Durante el encuentro que ganó este domingo la Lazio por 2-1 a la Roma, los hinchas celestes comenzaron a realizar canticos racistas en contra el brasileño Juan Silveira Dos Santos.
Varios minutos estuvieron coreando contra el defensa, hasta que comenzado el segundo tiempo reaccionó y los mandó a callar. Sin embargo, ellos insistieron con las agresiones y continuaron hasta que el árbitro interfirió.
El referí amenazó con terminar el encuentro si los insultos continuaban, por lo que llamó al capitán de la Lazio, Stefano Mauri para advertirle que si no se callaban, el partido sería suspendido.
El jugador trató de que terminaran, y, a través de los altos parlantes se le informó a los hinchas que el club es el responsable del comportamiento de los simpatizantes y podría recibir sanciones.
Finalmente el encuentro se continuó desarrollando con normalidad con la victoria de la Lazio por 2-1 sobre la Roma.
Otros ejemplos tomados en sociedades como la europea que aùn tiene heridas abiertas.
La Real Federación Española de Fútbol desea que los árbitros sigan contribuyendo activamente a la prevención de este fenómeno (racismo) y puedan actuar con determinación ante estas deplorables conductas.
A tal fin, la RFEF impartirá las siguientes directrices o instrucciones en materia de arbitraje:
a) Se instruirá a los árbitros para que las actas arbitrales reflejen, de forma específica, todo tipo de ofensas o incidentes racistas en que tomen parte tanto los participantes como el público. Asimismo, y de forma progresiva, se adoptarán los formularios y modelos de actas para consignar este tipo de incidencias.
b) La paralización o interrupción momentánea de los partidos donde se produzcan conductas racistas, xenófobas o intolerantes -tanto de obra como de palabra- será una facultad reservada a los árbitros.
c) Cuando los árbitros hagan uso de la facultad prevista en el apartado anterior instarán al organizador para que transmita -a través de la megafonía y de los sistemas audiovisuales del estadio- mensajes que condenen ese tipo de conductas y que insten a los asistentes a observar un comportamiento respetuoso con todos los participantes.
d) Cuando los árbitros consideren que las ofensas o conductas racistas, xenófobas o intolerantes revistan suma gravedad, y antes de adoptar la decisión de suspender el partido, agotarán las vías dirigidas a lograr que prosiga su celebración. En este sentido, consultarán sobre la conveniencia de adoptar semejante decisión a los capitanes de ambos equipos y a los mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad desplegadas, y ordenarán al organizador que difunda -a través de la megafonía y de los sistemas audiovisuales del estadio- la posibilidad de acordar la suspensión en caso de que prosiguieran los incidentes en cuestión.
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