miércoles, 11 de diciembre de 2013

El jueves 5 de diciembre confirmamos que la luz de Madiba nos iluminara para siempre



En compañía de líderes mundiales, miles de personas, sudafricanas y extranjeras, asistieron al emblemático estadio FNB de Soweto para despedir a Nelson Mandela, quien falleció el jueves a los 95 años. Tardamos en publicar esta noticia, debido a que quedamos conmosionados con esta noticia. Durante varios meses invitamos a nuestros lectores y lectoras para que resaran por Madiba, la ceremonia constituyo una celebraciòn de la vida, màs que una despedida.

Jefes de Estado como los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama; de Brasil,Dilma Rousseff; de Cuba, Raúl Castro, y de Sudáfrica, Jacob Zuma, tomaron la palabra para resaltar la vida del líder de la lucha contra el racismo no sólo en Sudáfrica sino en el mundo.

La mejor forma de celebrar el Dìa Internacional de los Derechos Humanos fue hablar y resaltar el legado de Nelson Mandela.( martes 10 de diciembre de 2013)

Sola la visiòn unificadorà de nuestro lider podrìa originar este hecho històrico y emotivo, como el primer apretón de manos entre Obama y Castro.

El servicio fúnebre para Nelson Mandela se lleva a cabo en el estadio de Soweto donde se realizó la final del Mundial de fútbol en 2010 y se espera que dure cuatro horas.Más de 90.000 dolientes escucharán tributos para el hombre que se ha convertido en un símbolo universal del perdón. Entre los que harán discursos están cuatro de sus nietos, el secretario general de Naciones Unidas y el presidente de la comisión de la Unión Africana. También se espera que hablen seis presidentes, incluidos Barack Obama y Raúl Castro de Cuba. El disurso principal será el del presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, antes del sermón del arzobispo Ivan Abrahams.

El servicio conmemorativo es una de las mayores reuniones de dignatarios internacionales que se han realizado en años recientes. Mucha gente ha estado parada bajo la lluvia esperando durante varias horas para poder entrar al estadio.

Cantos, bailes y ovaciones pero también silbidos y discursos cargados con un contenido político y social reflejaron el legado que dejó Nelson Mandela, el líder sudafricano que supo sembrar la reconciliación de un país en un terreno árido, en el oficio religioso que tuvo lugar ayer en Johannesburgo.

La lluvia no detuvo a quienes rindieron tributo al creador de la nueva Sudafrica.

La lluvia no fue un impedimento para las casi cien mil personas, entro ellos más de 90 jefes de Estado, que pudieron entrar al estadio Soccer City de Soweto para darle un emotivo adiós al Premio Nobel, primero de los cinco días de funerales.

La lluvia, en realidad, era una señal. En la tradición africana, "cuando llueve, significa que tus dioses te están recibiendo y que las puertas del cielo probablemente también se están abriendo", proclamó el secretario general del Congreso Nacional Africano (ANC, el partido de Mandela), Cyril Ramaphosa, una de las voces cantantes del acto.
En rigor, toda la ceremonia estuvo cargada de símbolos. En ese estadio, Mandela pronunció un discurso histórico en 1990, al salir de la cárcel tras casi tres décadas, y allí también se despidiò de su gente por ùltima vez en la final del Mundial de 2010. También la fecha escondía un significado: hace 20 años, Mandela recibió el Premio Nobel de la Paz junto al ex presidente sudafricano Frederik de Klerk.
Ayer se realizó además un pequeño homenaje en la prisión de Robben Island, donde Mandela pasó 27 años encarcelado antes de salir en 1990, para ser elegido presidente en 1994 y guiar a Sudáfrica a una transición pacífica del régimen racista del apartheid a la democracia multirracial.

El féretro recorrerá las calles de Pretoria entre los días 11 y 13 de diciembre. Finalmente, el funeral de estado cerrará la seguidilla de despedida, el próximo domingo, en su pueblo natal, Qunu.

ORACIONES Y RECUERDOS

El oficio religioso, que tuvo una duraciòn aproximada de cuatro horas,  comenzó con una oración "interreligiosa" de diferentes credos. Tal era el deseo de Madiba (como se conoce a Mandela en su país, por el nombre del clan al que pertenecía).

El púlpito de oración fue ocupado sucesivamente por representantes de las religiones judía, hindú, musulmana y cristiana, a los que el público siguió con un sentido respeto. El estallido de cánticos y aplausos llegó poco después, cuando entonaron una oración por el alma de Mandela.

Lejos de los formalismos, los primeros en tomar la palabra para homenajear el líder anti-apartheid fue su entorno más cercano. Sus nietos y amigos subrayaron que la presencia de personas de distintas razas mezcladas en la tribuna era la mejor manera de recordar a Mandela, llamado cariñosamente Tata o Madiba. La emoción recorría cada rincón del estadio.

"Nelson Mandela, no hay ninguno como tú", entonaba la masa en zulú, convirtiendo las tribunas en una rítmica marea humana en recuerdo del padre de la Sudáfrica libre y multiétnica.

El público aclamó especialmente a la viuda de Mandela, la mozambiqueña Graça Machel, quien se fundió en un afectuoso abrazo con la ex mujer del líder, Winnie Madikizela-Mandela.


Fuente: ACSUN, Lic. Javier Dìaz, BBC,reuters.

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