Las actividades del “Mes de la Afrodescendencia” fueron presentadas en la mañana del pasasdo viernes 1 de julio de 2016, durante un acto efectuado en la Torre Ejecutiva.
Lo esperamos hasta el ùltimo momento pero brillo por su ausencia al Presidente de la Republica.
Desde la finalizaciòn de la Conferencia Mundial Contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las formas Conexas de Intoleranciaen Sudafrica 2001, la tematica afrodescendencia toma mayor relevancia gracias al impulso de una sociedada civil activa. Los cambios institucionales para contra restar el racismo y la ausencia de politicas publicas son resultado de este procesos dialectico de idas y vueltas entre los distintos gobiernes desde ese año hasta la fecha
"Ley de acciones afirmativas generó cambios en el proceder estatal respecto a afrodescendencia"
La instrumentación de la Ley 19.122 de acciones afirmativas para la inclusión social de afrodescendientes promovió en el Estado, entre otros puntos, un nuevo relacionamiento con África mediante Relaciones Exteriores, cursos para policías y oficiales sobre afrodescendencia, la restitución de casas que la dictadura expropió a los afrodescendientes en el barrio Sur de Montevideo, así como la expansión del candombe.
En el marco del decenio internacional de las personas afrodescendientes, el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) lanzó por primera vez el Mes de la Afrodescendencia, con actividades de la sociedad civil organizada e instituciones públicas y privadas.
Por el poder ejecutivo hizo uso de la palabra la ministra Marina Arismendi quien explicó que, en el marco de las recomendaciones del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas, la Declaración y Plan de Acción de la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las formas Conexas de Intolerancia y el Consenso de Montevideo, Uruguay se compromete a implementar tres ejes de acción que abordarán el reconocimiento, la justicia y el desarrollo, trabajo en el que el país está comprometido por los próximos diez años.
El Mes de la Afrodescendencia, que será celebrado en julio a partir de esta instancia, forma parte de estas iniciativas globales, en coordinación con organizaciones de la sociedad civil afrodescendiente y el Grupo de Trabajo sobre Políticas Étnico-Raciales.
El mes de julio fue, de acuerdo a fechas ya instaladas en la agenda nacional como el Día Internacional Nelson Mandela y la conmemoración histórica del Día Internacional de la Mujer Afrolatinoamericana, Caribeña y de la Diáspora.
La ministra agregó: “Hemos promovido acciones afirmativas, hemos llevado adelante todo tipo de actividades, pero queda mucho por hacer para combatir la discriminación y el racismo, que son formas que refuerzan la desigualdad social, la pobreza, la indigencia, y la situación de desventaja en el goce y ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales”.
Por su parte, el embajador y director de la Unidad Étnico Racial del Ministerio de Relaciones Exteriores y miembro del Grupo de Trabajo sobre Políticas Étnico-Raciales, Jorge Romeo Rodríguez, dijo que con la implementación del mes de la afrodescendencia se cumple una etapa de reflexión y análisis crítico sobre los avances registrados en los últimos diez años.
En tal sentido, el embajador consideró que la instrumentación de la Ley 19.122 de acciones afirmativas permitió al Estado tomar en cuenta temas estos temas como una nueva mirada de África en el Ministerio de Relaciones Exteriores, la implementación de cursos para policías y oficiales sobre temas raciales en el Ministerio del Interior, la restitución de casas que la dictadura expropió a los afrodescendientes en el barrio Sur de Montevideo por parte del Ministerio de Vivienda, así como la expansión del candombe.
Desafios para este decenio
“Concluyó una primera etapa de visibilidad de los temas. Ahora comienza un segundo desafío como la instalación del Consejo de Políticas Afrodescendientes y pensar en cómo abatir el racismo estructural y ver las deficiencias institucionales al instrumentar políticas”, sostuvo.
Rodríguez agregó que la discriminación se ve, por ejemplo, en los índices de pobreza, “cuando en la población en general se tienen guarismos muy positivos, en el sector de la raza negra del país, esto no ha cambiado mucho y es necesario encarar políticas mucho más proactivas, como dijo la ministra Arismendi".
En el evento intervino la sociedad civil que coincidio con algunos puntos, pero resalto el poco avance que se ha tenido, siendo necesario ascelerar los cambios.
En ese contexto, el diario LA REPÚBLICA dialogó con el director Nacional de Promoción Sociocultural del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Federico Graña, acerca de la importancia de la iniciativa: “Desde la Dirección concluimos que no existía hasta el momento un lugar en la agenda como el que realmente necesita la temática de la población afrodescendiente en Uruguay”. Por ello es preciso “centralizar” la estrategia en un mes, como se hizo con el mes de la diversidad o de las mujeres, para tener el mismo éxito en términos de difusión.
El mes de julio fue elegido a propósito de la visibilización y reafirmación de fechas ya instaladas en la agenda nacional: el Día Internacional de “Nelson Mandela” y la conmemoración histórica del Día Internacional de la Mujer Afrolatinoamericana, Caribeña y de la Diáspora.
Además, se enmarca en la implementación del Decenio Internacional de las personas afrodescendientes y la aplicación de la Ley 19.122: Afrodescendientes “Normas para favorecer su participación en las áreas educativa y laboral”. “Nuestra Dirección preside esta ley y el año pasado instalamos un Consejo Consultivo integrado por cinco organizaciones de la sociedad civil que trabajan con población afrodescendiente. Les planteamos esta idea y coordinamos las actividades en conjunto”, explicó Graña.
En un proceso paralelo – agregó- están trabajando con el Grupo de Trabajo por la Equidad Étnico Racial en el que conformaron un equipo interinstitucional para trabajar el tema de la afrodescendencia e “ir consolidando algunas acciones concretas para plantear cómo debería ser trabajado el tema entre las instituciones”.
Desafíos del Estado uruguayo para este decenio.
Según el Censo 2011 del Instituto Nacional de Estadística, los afrodescendientes son la principal minoría étnico-racial del país. El 8,1% de la población uruguaya dice tener ascendencia racial afro o negra. La información censal arroja datos que confirman el diagnóstico alcanzado por estudios previos al dejar en evidencia que los afrodescendientes presentan peores desempeños y condiciones de vida que el resto de la población uruguaya. Por tal motivo, la necesidad de avanzar en función de mejora de los derechos de esta población resulta clave.
“Existen varios informes que evidencian tres puntos centrales. El primero es la brecha entre personas afro y personas no afro, desde el punto de vista socioeconómico y sociocultural. Desde el punto de vista económico, cuando uno ve el nivel de pobreza y se hace el corte por la variable racial vemos que la población afro duplica en ese nivel al promedio de la población”. El director señaló que el trabajo desde su área es disminuir la brecha y para ello se busca “sensibilizar, complejizar el tema y controlar las leyes existentes”.
El desempeño educativo y la participación son las manifestaciones más visibles de las desigualdades entre afrodescendientes y el resto de la población uruguaya. Los afrodescendientes presentan mayores tasas de analfabetismo a las del resto de la población en todos los departamentos del país. Según los datos censales dos de cada tres jóvenes afrodescendientes de 18 años dejaron de asistir a la educación formal y la participación de los jóvenes afrodescendientes en la educación terciaria es sensiblemente menor a la de la población no afrodescendiente.
En números (Fuente: INE)
– 8,1% de la población uruguaya dice tener ascendencia racial afro o negra.
– 12% desempleo en mujeres afrodescendientes frente 8% mujeres no afrodescendientes en la misma tasa.
– 51,3% afrodescendientes con al menos una necesidad básica insatisfecha, 19 puntos porcentuales por encima del mismo indicador en población no afrodescendiente.
– Dos veces más carencias críticas en los hogares que el valor observado entre los no afrodescendientes.
– 15,3% afrodescendientes alcanzó el bachillerato y solo uno de cada diez llegó a cursar educación terciaria. Los no afrodescendientes presentan un tercio más de su población con bachillerato y el doble con nivel terciario.
Fuente: ACSUN, Lic. Javier Dìaz, Presidencia, Larepublica.
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