El pasado 19 de julio de 2019, se presentaron resultado del estudio realizado por el INAMU con el apoyo del PNUD, indican que las mujeres afrodescendientes muestran un nivel de educación igual o mayor al resto de la población, sin embargo presentan, mayor desempleo y perciben menores salarios
Como demuestran los diversos indicadores de pobreza, educación e inserción laboral, las mujeres negras sufren la discriminación de manera particularmente aguda.
En los últimos años, han ido ganando protagonismo en la lucha por sus derechos como parte de un proceso gradual de articulación y cooperación con otros movimientos sociales, sin embargo, algunos de los resultados del estudio realizado por el INAMU con el apoyo del PNUD, indican que las mujeres afrodescendientes muestran un nivel de educación igual o mayor al resto de la población, sin embargo presentan, mayor desempleo y perciben menores salarios.
El estudio diagnóstico realizado por la Antropóloga Social, Alina Torrero, fue participativo e involucró a mujeres afro panameñas a nivel nacional, organizaciones e instituciones aliadas – y en las distintas etapas del mismo- se buscaba presentar las situaciones y condiciones en las que viven y aportar soluciones que mejoren sus condiciones de vida desde su propia visión y realidad, en total participaron 25 instituciones del gobierno, 23 organizaciones afropanameñas y 231 informantes clave.
A nivel social, el 17% de la población panameña se identifica como afrodescendiente y se localizan en su mayoría en Bocas del Toro, Coclé, Colón, Darién y Panamá, además destaca que la mayoría de las mujeres activistas, las que participan en partidos políticos, instituciones estatales y en organizaciones, les gusta que les llamen “negras” porque eso es lo que son, pero para otras ser Afrodescendientes se presenta como un término más amplio, que indica un origen del cual pueden ser parte de un tono de piel oscuro o blanco y que unifica en un término, el lenguaje internacional utilizado por fundaciones o redes que trabajan a favor.
Algunas indicaron, en forma crítica, que hay personas que no quieren identificarse como Negros, sino como Afrodescendientes, asumiendo que es una forma de “diluir el color”.
En el caso de las Relaciones de pareja, las diferencias y etiquetas en torno a si se casan con un negro/a vs si se casan con un blanco/a, se polarizan dentro de las relaciones familiares, estando unas a favor y otras en contra; se enfrentan a la discriminación racial al interior de la propia familia y a tempranas edades.
A nivel cultural, a la mujer afropanameña se le asocia a costumbres, pero también con situaciones difíciles -explotación, discriminación, invisibilidad,- además un punto interesante, es que las mujeres afropanameñas “no se consideran víctimas”, sino que la experiencia del racismo y diversas formas de discriminación racial las ha llevado a gestionar su vida y la de sus familias, con sentido de trabajo, esfuerzo, y rescatando lazos colectivos.
Los principales hallazgos no solo visibilizan el esfuerzo de las mujeres afrodescendientes en el país, sino que además develan la falta de información con la que cuenta el Estado sobre la situación de estas, en cuanto a datos demográficos, cifras sobre sus victimizaciones y sus dificultades de acceso a la justicia, entre otra información que no cuenta con fuentes precisas ni utilizadas.
Durante el proceso, las organizaciones hicieron recomendaciones para visibilizar a las poblaciones históricamente discriminadas, garantizar sus derechos, y propiciar que este reconocimiento se haga extensivo a las mujeres de estas poblaciones; asegurar una coordinación eficaz entre las diversas instituciones gubernamentales encargadas de su aplicación y establecer mecanismos de rendición de cuentas con la participación paritaria de mujeres y hombres de las comunidades.
Fuente: ACSUN, Lic. Javier Díaz, Inamu,nextpanama
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