Los asesinatos de afrodescendientes en Brasil aumentaron un 11,5% en una década, de 2008 a 2018, mientras que el de los blancos se redujo en el período, lo cual exhibe la desigualdad racial frente a la criminalidad y la violencia policial, según el reporte contenido en el Atlas de la Violencia 2020 divulgado hoy.
El estudio es elaborado entre el gubernamental Instituto de Economía Aplicada (IPEA) y el Foro Brasileño de Seguridad pública en base al sistema de mortalidad del Ministerio de Salud, y traza un mapa sobre la violencia en un país donde casi el 55% de la población es afrodescendiente.
El índice de homicidios de afrodescendientes en Brasil subió de 34 a 37,8 cada 100.000 habitantes en el período de 2008 a 2018, un aumento del 11,5%.
En cambio, los asesinatos de no negros (blancos y las minorías de origen indígenas y orientales) registraron una disminución de 12,9%, un índice que cayó de 15,9 a 13,9 cada 100 mil habitantes.
En Brasil, en 2018 se registraron 57.956 homicidios -el menor nivel desde 2014- pero los negros y mestizos representaron el 75,5% de esas muertes.
Más de la mitad de los asesinados tanto por civiles como por policías son jóvenes menores de 19 años.
En la década analizada, por cada blanco asesinado hubo 2,7 afrodescendientes.
El estado más crítico es Alagoas, en el noreste del país, donde por cada víctima blanca de homicidio hubo otros 17 negros.
"La violencia letal es una de las principales expresiones de desigualdades raciales existentes en Brasil", asegura el Atlas de la Violencia divulgado hoy.
Por género, el informe indica que 4.519 mujeres fueron asesinadas en Brasil en 2018, es decir que una mujer fue asesinada cada dos horas.
En la década analizada, Brasil tuvo un aumento del 4,2% en el asesinato de mujeres, pero existen casos donde hubo femicidios con números sorprendentes para los investigadores.
Los femicidios se dispararon sobre todo en los estados de Ceará (278,6%), Roraima (186,8%) y Acre (126,6%), mientras que en San Pablo, el estado más poblado del país, con 46 millones de habitantes, el aumento fue de 36,3%.
El 53,3% de las víctimas son jóvenes menores de 24 años.
Fuente: ACSUN, Telam.
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