martes, 6 de agosto de 2024

El efecto de las Becas Ebony Flyers en los Juegos Olimpicos de Paris y la participación de jovenes afroestadounidenses en las diciplinas de gimnasia.

 

Si bien no es la primera vez que 3 mujeres afrodescendiente ocupan los puestos de un podio, el trabajo de las mujeres en la gimnasia ha sido una lucha constante y relativamente contemporánea.


En los Estados Unidos las mujeres afrodescendientes no solían participar en este deporte dada la cantidad de dinero y tiempo que requería dedicarse a ello. 

Era una deporte reservado solamente a familias no afrodescendientes que tenían la posibilidad de acceder a la gimnasia a nivel competitivo, mientras que las minorías racializadas no tenían posibilidad de ascender a mejores categorías o cubrir los gastos que demandaban las instituciones profesionales.

No fue hasta el 89 del siglo XX que se lanzó una beca llamada Ebony Flyers in Compton que otorgaba becas en las escuelas de gimnasia y que podían llegar a costar hasta 40 mil dólares al año. Gracias a este programa, muchas niñas afroamericanas pudieron entrar a las escuelas por sólo 40 dólares el semestre y comenzar a participar con mayor incidencia en la gimnasia profesional; deporte realizado y consumido por una audiencia blanca.

Es Chinaza K. Asiegbu de la Universidad de Harvard que expone en From Uneven Bars to Uneven Barriers: The Marginalization of Black Women in Gymnastics Black Women in Gymnastics quien refiere que es una victoria importante que las mujeres afrodescendientes hoy ocupen los espacios de participación deportiva, considerando que es una lucha de apenas 30 años en los que las mujeres afrodescendientes en Estados Unidos eran estigmatizadas por ser demasiado «masculinas», por lo que sólo era bien visto que participan deportes como el basquetbol u otras actividades consideradas «de la comunidad afro«.

En su docuserie SimoneBiles vuelve a volar, la gimnasta expone todos los prejuicios raciales que ha tenido que atravesar, según comparte en su narración, ha sido objeto de comentarios violentos a causa de su cabello; ha sido tachada de desaliñada o de no lucir lo suficientemente hegemónica.

Para Biles, todo se trata de un cambio de paradigma blanco en el que la televisión mostraba siempre a mujeres blancas en estas competencias; cabello rubio y lacio como la hegemonía de la feminidad gimnasta.

Estos Juegos Olímpicos son las mujeres racializadas quienes se han colgado el título de las 3 mejores gimnastas del mundo y la celebración se vuelve un eje disruptor contra el racismo deportivo, pero también, contra el patriarcado.




Fuente: ACSUN, cimacnoticias

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