viernes, 11 de octubre de 2024

En Brasil se desarrolla un plan nacional de cuidados para resolver la sobrecarga de trabajo en las mujeres más pobres, entre las cuales se incluye a mujeres indigenas y afrodescendientes


Brasil aplicó un plan nacional de cuidados para resolver la sobrecarga de trabajo en las mujeres más pobres, así como una política de cuotas raciales para asegurar el acceso de las minorías en la educación superior, como parte de sus medidas para promover la inclusión, afirmó ayer  jueves 10 de octubre de 2024, una representante del Gobierno de ese país.



La secretaria nacional de cuidados y familia del Ministerio de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre de Brasil, Laís Abramo, comentó que el Gobierno de Brasil  inició la construcción de una política y plan nacional de cuidados, que requirió el diálogo de unos 20 ministerios para darle un abordaje integral.

Durante su participación en el cuadragésimo periodo de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que se celebra en Lima, Abramo resaltó el cuidado como "un derecho de las personas y bien público, sin el cual la economía y la sociedad en su conjunto no funcionan".


Sin embargo, señaló que "esa sobrecarga de trabajo", en el cuidado de los hijos, pacientes enfermos o ancianos, es una barrera para la formación profesional de las mujeres y la inserción en el mercado de trabajo.

Por lo tanto, se convierte en un "factor muy importante de la reproducción de la pobreza", expresó.

En la región, el 56 % de mujeres con hijos no están ocupadas en el mercado de trabajo debido a la necesidad de cuidar de sus hijos y pacientes, indicó Abramo.


En ese sentido, declaró que sin la construcción de sociedades de cuidado será "imposible alcanzar la igualdad de género" y superar una de las causas de las trampa del desarrollo en la región.

Abramo también destacó que otro eje son las desigualdades raciales, pues recordó que la población indígena y afrodescendiente representa el 34 % de la población en América Latina y el Caribe.

"Eso es un total de 212 millones de personas, que están en desventaja en ingresos económicos, salud, educación, acceso a la protección social", entre otros derechos sociales, manifestó al intervenir en el seminario de alto nivel de Cepal referido a cómo reducir la desigualdad y promover la inclusión y la movilidad social.

Por ese motivo, subrayó la política de cuotas raciales para el acceso a la educación terciaria o superior, que consideró fundamental para reducir la exclusión de indígenas, afrodescendientes o discapacitados en Brasil.

Recordó que en 2001 los estudiantes blancos eran el 68,5 % de la matrícula terciaria, mientras que los afrodescendientes e indígenas eran el 31,5 %.

En 2010, la población afrodescendiente ya era mayoría de la matrícula en nivel superior, puntualizó.


El gobierno de Lula da Silva tiene "plena conciencia" de la complejidad de los problemas de desigualdad y, precisamente por eso, su enfrentamiento es una prioridad, afirmó la representante oficial.




Fuente: ACSUN, efe.

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