martes, 9 de julio de 2024

Reunión regional de Brasilia sobre Desigualdades étnico-raciales en salud concluye con recomendaciones para mejorar el avance de los indicadores de la Estrategia y Plan de Acción sobre Etnicidad y Salud de la OPS


El encuentro, se celebró entre el 3 y 5 de julio de 2024, fue organizado por OPS y el gobierno de Brasil y participaron unas 80 personas, entre ellas, líderes y lideresas indígenas y afrodescendientes de 23 países de las Américas, junto a representantes de la sociedad civil, gobiernos y Naciones Unidas.


La reunión regional Abordando las desigualdades étnico-raciales en salud concluyó con un documento de recomendaciones para avanzar en la Estrategia y Plan de Acción sobre Etnicidad y Salud de la OPS 2019-2025. 

El encuentro, organizado por la OPS y el gobierno de Brasil, se celebró entre el 3 y 5 de julio en Brasilia y congregó a unas 80 personas de toda la región, entre ellas, líderes y lideresas indígenas y afrodescendientes de 23 países de las Américas, además de representantes de la sociedad civil, gobiernos y Naciones Unidas.


El objetivo de este encuentro regional fue recabar insumos y recomendaciones para mejorar en los indicadores de las cinco líneas estratégicas de acción y sus respectivos objetivos establecidos en la Política sobre Etnicidad y Salud de la OPS, después de que un informe de progreso sobre la misma presentado en 2023 revelase la escasez de avances.


La Estrategia y Plan de Acción sobre Etnicidad y Salud fue aprobada en 2019 e introdujo indicadores específicos para medir el progreso conseguido en los países en cuanto a los objetivos contenidos en las líneas estratégicas recogidas en la Política. Ésta había sido aprobada por los Estados Miembros de la OPS en 2017. 

Fue la primera de su naturaleza aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se elaboró mediante un amplio proceso de consulta con lideres y lideresas indígenas, afrodescendientes, romaníes y miembros de otros grupos étnicos.


“Todas las recomendaciones que surjan de la reunión”, añadió, “serán muy importantes para poder avanzar en la agenda de equidad en salud y lograr así un mundo más justo y equitativo, de manera que todo el mundo disfrute del derecho a la salud y al bienestar sin distinción por su pertenencia étnica”.

La jefa de la Unidad de Género, Equidad, Diversidad Cultural y Derechos Humanos de la OPS, Jessie Schutt-Ainé, recordó que el encuentro regional de Brasilia se produce “tras una serie de eventos similares organizadas por la OPS en los últimos meses con el objetivo de ver cómo podemos acelerar la mejora de estos indicadores”.

En este sentido, hubo una reunión subregional sobre etnicidad y salud con enfoque en población afrodescendiente para Centroamérica, celebrada en Honduras en abril, y otra para Sudamérica celebrada en Chile en octubre 2023, así como una reunión (ésta de tipo virtual) para los países del Caribe, celebrada en enero de 2024. “Por último, a mediados de junio se celebró en México un encuentro regional para el intercambio de experiencias en salud intercultural, que convocó a líderes y lideresas representantes de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de Colombia, República Dominicana, Panamá, Guatemala, Perú y México”, dijo Schutt-Ainé. Lideres participantes en ambos espacios de intercambio presentaron las recomendaciones durante el encuentro celebrado en Brasilia.
Medicina Tradicional

La asesora de Diversidad Cultural de la OPS, Sandra del Pino, señaló durante el evento varios de los retos aún pendientes en relación con las cinco líneas estratégicas de la Política y también algunas de las oportunidades que se han abierto durante este periodo para avanzar de manera coordinada con los lideres y lideresas, ministerios de la región y otros socios clave. Reconoció el apoyo que Brasil ha brindado a las iniciativas de etnicidad y salud, incluyendo el impulso para la aprobación de la primera resolución global sobre salud de las personas indígenas.

La OMS está ahora en el proceso de desarrollar un plan sobre dicha resolución, que debe presentarse para 2026 tras hacer consultas con los pueblos indígenas. Asimismo, del Pino recordó “como el plan de salud para la juventud indígena de Latinoamérica y el Caribe fue consensuado por la red de jóvenes en Brasil y alineado con la política sobre etnicidad y salud aprobada por los Estados miembros en 2017”.



Distintos representantes de organizaciones indígenas y afrodescendientes y de ministerios de salud que participaron en el encuentro destacaron la importancia de implementar la herramienta de diálogos interculturales propuesta por la OPS. Del Pino destacó que “es una herramienta que la OPS ha venido promoviendo en distintos espacios y aplicándose a diferentes temáticas de salud. Se desarrolló y se impulsó con un abordaje de derechos humanos, en un trabajo continuado con lideres y lideresas de las Américas”.

Una discusión importante fue la relacionada con el reconocimiento de los conocimientos ancestrales y medicina tradicional, la asesora de la OPS mencionó que “las experiencias de las Américas en medicina ancestral indígena y afrodescendiente deben y pueden aportar muchísimo a los debates globales sobre Medicina Tradicional, incluyendo los relacionados con la nueva Estrategia sobre Medicina Tradicional de la OMS 2025-2034”.

Durante los tres días del encuentro regional de Brasilia, además del debate sobre las recomendaciones para cada una de las cinco líneas estratégicas, se presentaron avances y retos desde los países participantes y con las distintas perspectivas de ministerios de salud, redes y sociedad civil.

También se abordaron algunas temáticas priorizadas por algunos países participantes, incluyendo el tracoma, la transmisión del VIH en comunidades indígenas, la salud de la población migrante y la salud materno-neonatal.

Las conclusiones y recomendaciones emanadas de esta reunión se consolidarán en un informe que se espera presentar a Cuerpos Directivos en septiembre de este año para avanzar hacia la equidad en salud.

Este evento, celebrado en Brasilia, se enfocó específicamente en Pueblos Indígenas y Afrodescendientes, en el marco de la política sobre etnicidad y salud que incluye, además, a romaníes y miembros de cualquier otro grupo étnico de la región de las Américas.






En la apertura de la reunión regional, la ministra de Salud de Brasil, Nisia Veronica Trindade Lima, alertó de que “todos los indicadores apuntan que la población afrodescendiente y la indígena tienen peores indicadores en cuestiones de salud, en asuntos como mortalidad materna, esperanza de vida. La mortalidad materna, por ejemplo, es un 60% mayor entre las mujeres negras en Brasil que entre blancas”.

La ministra destacó la importancia que tiene esta agenda para el gobierno de Brasil y recordó en este sentido la resolución sobre Salud Indígena aprobada en la última Asamblea Mundial de la Salud y de la que Brasil fue uno de los países impulsores.

La representante de la OPS en Brasil, Socorro Gross Galiano, reconoció “el apoyo y el trabajo de Brasil para la celebración de este encuentro regional” y advirtió de que “no vamos a tener salud universal a menos que resolvamos los aspectos de discriminación y racismo estructurales en la región”.

La directora del Departamento de Determinantes Sociales y Ambientales para la Equidad en Salud, Gerry Eijkemans, destacó el problema que suponen “las estructuras históricas de desigualdad en la región, la marginalización y discriminación basada en la etnicidad, incluido el racismo estructural institucional, que interactúa negativamente con otros determinantes sociales de la salud, como el género, la clase social, y el impacto que esto tiene en la región, la más desigual del mundo. La pandemia de COVID-19 hizo eso más visible y exacerbó aún más esas desigualdades”.


Las cinco líneas estratégicas establecidas para mejorar la situación de salud de los distintos grupos de la región son:generación de evidencia;

impulso de políticas de salud interculturales;
promoción social y alianzas estratégicas;
articulación de la medicina ancestral y tradicional con la complementaria;
capacitación a todos los niveles.


Las recomendaciones con que concluyó la reunión regional de Brasilia están relacionadas con las cinco líneas. Entre las propuestas surgidas del debate con los líderes y lideresas indígenas y afrodescendientes de las Américas, destacan, entre otras: sobre la línea estratégica 1, la promoción de marcos normativos para fomentar la inclusión de la variable étnico-racial en los registros de salud y el cruce de datos con redes indígenas y afrodescendientes; sobre la línea 2, fortalecer los procesos de implementación, monitoreo, evaluación y seguimiento con la participación de la comunidad; sobre la línea 3, hacer abogacía en las comunidades, y adaptar las prácticas de atención a contextos de comunidades indígenas, fortalecer confianza con las comunidades; promover facilitadores interculturales como intermediarios para llegar a un consenso entre la medicina tradicional y occidental, fue una de las propuestas sobre la línea estratégica 4; y, por último, sobre la línea 5, destacaron propuestas como el impulso de estrategias que fomenten en territorio los técnicos en salud intercultural, entre otras.



Fuente: ACSUN, ops

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