La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el asesinato de Gilmer Genaro García Ramírez, un líder de la comunidad afrodescendiente y representante legal del Consejo del Alto Mira y Frontera.
A través de un comunicado, la Comisión expresó su preocupación sobre este incidente y urgió a las autoridades colombianas a actuar de manera urgente para identificar, procesar y castigar a los responsables materiales e intelectuales de este caso, así como de otros asesinatos y ataques contra defensores de derechos humanos.
¿Donde ocurrio el hecho fatal?
De acuerdo a la información recibida por la CIDH, el 3 de agosto de 2015, Gilmer Genaro García Ramírez muerto por arma de fuego, presuntamente por un grupo de personas armadas que lo detuvieron cuando él viajaba en un automóvil por un camino rural de Tumaco (Nariño) cerca de la frontera con Ecuador, en la costa del Pacífico.
El rol de liderazgo de Gilmer Genaro García.
Gilmer Genaro García era el líder del Consejo Comunitario del Alto Mira y Frontera, el cual desde 2012 busca obtener títulos colectivos de sus tierras y hacer realidad los derechos territoriales de la comunidad a través del proceso de restitución de tierras.
También era un miembro de la Red de Consejos Comunitarios del Pacífico Sur (Recompas). Con respecto a los grupos armados que operan en esa región, Gilmer Genaro García Ramírez sostenía que la posición de los afro-colombianos es autónoma y neutral.
Según se informó, García Ramírez había recibido reiteradas amenazas en los últimos cinco años para que desistiera de su rol. García Ramírez era beneficiario de medidas de protección del Gobierno de Colombia.
"La Comisión observa con profunda preocupación que ha recibido informes indicando que otros tres miembros del Consejo Comunitario han sido asesinados desde 1998, y que la hermana de Gilmer Genaro García Ramírez fue asesinada en 2012 por personas armadas que preguntaron por él", señaló.
Para la Comisión, "a la luz de la continuidad de los ataques contra varios defensores de derechos humanos afrocolombianos que trabajan en la región del Pacífico Colombiano, la Comisión expresa su alarma sobre los actos violencia contra líderes afrodescendientes, particularmente en su búsqueda de defender los derechos a sus tierras ancestrales y comunitarias".
En ese sentido, la CIDH urgió al Estado colombiano a investigar si estos hechos constituirían un patrón de violencia contra líderes afrodescendientes.
“Las personas afrodescendientes en Colombia continúan siendo víctimas de desplazamiento forzado interno en forma desproporcionada, como resultado del conflicto armado en sus territorios ancestrales y de sus actividades y proyectos de desarrollo relativos a industrias extractivas”, dijo la Comisionada Rose-Marie Belle Antoine, Presidenta de la CIDH y Relatora sobre los Derechos de las Personas Afrodescendientes y contra la Discriminación Racial.
“Sin embargo, las personas afrocolombianas han sido excluidas históricamente de las decisiones y los procesos sobre cómo reparar y remediar las violaciones a los derechos humanos que emergen del desplazamiento y del conflicto. Al tiempo que apoyó el actual proceso de paz para poner fin al conflicto armado, creo que es esencial que los puntos de vista y las necesidades de las personas afrocolombianas sean tenidos en cuenta en las negociaciones que tienen lugar en La Habana”, agregó.
La Comisión recuerda asimismo que la labor de defensores y defensoras es esencial para la construcción de una sociedad democrática sólida y duradera, y tienen un papel protagónico en el proceso para el logro pleno del Estado de Derecho y el fortalecimiento de la democracia.
ACSUN, Lic. Javier Dìaz, Vanguardia.
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