¿A quién le cantó Carlinhos el pasado juves 26 de enero?
El Hay Festival, quizá la fiesta literaria más esperada en Cartagena, abrió con la versatilidad y la alegría de Carlinhos Brown. Entre fríos formatos en los que se entrevistan a escritores, algunos –como yo– empiezan a advertir que quizá los conciertos resultan lo mejor de la florida agenda.
Carlinhos no fue la excepción. Con majestuoso encanto divirtió a un público que parecía, al principio, formado por un batallón de maniquíes. Seres inertes preocupados por sus chalinas y sus vestuarios de ceremonias de gala. La crema de la ciudad se mezclaba con glamurosos turistas de las élites cachacas, y algunos extranjeros convocados por el encuentro literario. Carlinhos, simpático, cercano, y con magistral pasión por la música que hace, logró que la gente bailara como poseída, que movieran sus cuerpos tiesos al ritmo de samba y bossanova.
Lo que los medios no registraron al día siguiente es que Carlinhos se preocupó más por saludar con nombre propio a los hombres, vestidos de meseros, que vendían el agua en el sector VIP, y que en un místico momento advirtió que su canto era en memoria de los afrodescendientes de esta tierra.
No pude evitar buscarlos entre el público. ¿Dónde estaban los afrodescendientes de Cartagena? A la tarima, al lado de Carlinhos, subieron los cantantes Charles King –el llamado Palenquero fino– y Luis Torres, quienes compartieron escenario. Además de estos dos artistas, y los dos meseros que saludó Carlinhos, solo alcancé a divisar un vendedor de chuzos de carnes a las afueras del Centro de Convenciones, un encargado de seguridad, un revendedor de boletas y un portero.
Alguien debe obsequiarle a Carlinhos Brown un ejemplar de Anaqueles de ciudadanía, una publicación del Observatorio de derechos sociales y desarrollo, de mayo de 2011, titulada “Dinámica urbana y población afrocolombiana”. Allí se explica muy bien por qué no encontraba afros en el concierto inaugural del Hay Festival.
Ausentes de siempre - excluidos històricos.
Un dato interesante, y evidente a simple vista, es que el Censo de 2005 mostró que los hogares de población afro en Cartagena son los que tienen menor acceso a los servicios públicos domiciliarios, y que los barrios con mayor proporción de población afrocartagenera son los mismos que coinciden con la alta concentración de estratos bajos.
La misma publicación señala que cerca de 15 por ciento de los afrocolombianos pasan hambre, lo que equivale a más del doble de la incidencia de hambre que se presenta en la población mestiza.
A pocos kilómetros del Centro de Convenciones, allí donde Carlinhos cantaba en memoria de los afros de Cartagena, los megaproyectos siguen expulsando a familias nativas. Las comunidades afros de la ciudad son constantemente aplastadas por falsas y perversas promesas de desarrollo.
Mientras se perpetúen las mismas prácticas de exclusión y discriminación, mientras no existan políticas contundentes que garanticen los derechos de la población afro de Cartagena, Carlinhos Brown y todos los afros del mundo que vengan a cantar a la ciudad, por más claridades que tengan con respecto a su compromiso con otros afros, seguirán cantándole a un público de blanquitos encopetados.
Fuente: ACSUN, Lic. jAVIER Dìaz,elheraldo,hayfestival.
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