La Comisión Interamericana de Derechos Humanos junto con su Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA), expresa su solidaridad con el pueblo haitiano ante el terremoto de magnitud 7.2 que sucedió la mañana del 14 de agosto. La CIDH y la REDESCA urgen al Estado y a la comunidad internacional a adoptar una respuesta humanitaria integral, inmediata, eficaz y basada en derechos, con especial atención a la población en situación de mayor vulnerabilidad.
De acuerdo con información del Servicio Geológico de Estados Unidos, el terremoto tuvo su epicentro a unos 125 kilómetros al oeste de la capital de Puerto Príncipe, y habría afectado más directamente ciudades del Departamento Sur. De acuerdo con información pública, el nivel de daños materiales sería elevado, inclusive edificios públicos; al momento se registrarían al menos 300 personas fallecidas, 2000 personas heridas y cientos desaparecidas. Asimismo, autoridades alertan a la población sobre la posibilidad de temblores secundarios. Asimismo, se observa que, de acuerdo con información periodística, los Estados Unidos ya habrían designado la Agencia para el Desarrollo Internacional para suministrar asistencia, y que el Primer Ministro de Haití, Ariel Henry, expresó que el Estado declarará el Estado de Emergencia.
En este contexto de riesgo agravado de vulneración de derechos humanos, la CIDH y la REDESCA destacan la labor de las personas, organizaciones y servicios involucrados en el rescate y atención a las personas afectadas. Asimismo, hacen un llamado al Estado haitiano para que con el apoyo de la comunidad internacional provea las tareas de rescate y atención requeridas, garantice el acceso de la asistencia humanitaria y de protección de los derechos humanos, así como la implementación de medidas de emergencia inmediatas para garantizar albergues, el derecho a la vivienda de las poblaciones afectadas y el restablecimiento de los servicios esenciales.
En el marco de las acciones de respuesta, la CIDH y la REDESCA urgen al Estado y a la comunidad internacional a coordinarse para una respuesta humanitaria integral, oportuna, eficaz y basada en derechos en todas las fases de la respuesta.
La CIDH y la REDESCA recuerdan que dicho desafío de protección se enmarca en un contexto más amplio de desafíos de protección integral de los derechos humanos que demanda respuestas estructurales y medidas preventivas. Al respecto, destacan que, de acuerdo con la Carta de la OEA, los Estados miembros están obligados a buscar, colectivamente, solución a los problemas urgentes o graves que pudieren presentarse en situaciones como la que el actual desastre natural suscita, aunado al grave contexto de pobreza estructural, pandemia, violencia y crisis institucional que Haití confronta.
Asimismo, según la Carta Social de las Américas, los Estados se comprometen a mejorar la cooperación regional y a fortalecer su capacidad nacional técnica e institucional para la prevención, preparación, respuesta, rehabilitación, resiliencia, reducción de riesgos, mitigación del impacto y evaluación de los desastres. La CIDH observa la necesidad de medidas específicas para mitigar los impactos desproporcionados sobre las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad, que requieren de una mirada interseccional de protección y enfoques diferenciados.
La CIDH y la REDESCA llaman a tener especialmente en cuenta el contexto de pobreza multidimensional agravado por la pandemia en Haití, priorizando la atención de las necesidades esenciales en términos de salud, agua potable, higiene, alimentación y vivienda de la población viviendo en mayor situación de pobreza o vulnerabilidad. Además, las personas trabajadoras de la salud y que realicen trabajos esenciales deben contar con una protección reforzada y respetuosa de su bioseguridad en el actual contexto de pandemia del COVID19.
Por último, la CIDH reitera que mediante su Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada (SACROI), se continuará monitoreando la situación y los desafíos de protección de los derechos humanos de manera integral.
La REDESCA es una Oficina de la CIDH, especialmente creada para apoyar a la Comisión y así al sistema interamericano en la promoción y protección de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en las Américas.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
Fuente: ACSUN, OEA.
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