viernes, 25 de junio de 2021

El feminismo negro en Alice Walker



Alice Walker es una escritora afroamericana y activista, que lucha por los derechos de las mujeres, contra la mutilación genital femenina y los derechos civiles.


Alice Malsenior Walker, más conocida como Alice Walker, nace el 9 de febrero de 1944 en el condado de Putnam County, en el estado de Georgia. Es la más pequeña de los ocho hijos de Willie Lee Walker y Minnie Lou Tallulah Grant, un matrimonio afroestadounidense dedicado a la agricultura y el trabajo doméstico, descendiente de cheroquis y de personas esclavizadas. Con ellos aprendió el amor por la naturaleza y por la belleza de las cosas simples, aunque, tal como indica Carmen Alborch en su libro Libres, ciudadanas del mundo, las relaciones de la autora con su padre fueron conflictivas, especialmente cuando la joven mostró interés por los trabajos intelectuales. No así con su madre, de quien admiraba su espíritu indómito. Por ello en 1994, en su honor, agregó Tallulah Kate a su nombre.


Su madre, Minnie Lou Tallulah, fue empleada doméstica y su principal apoyo para que Alice asistiera a la universidad en Atlanta, y luego al Sarah Lawrence College en Nueva York en la década de los 60.

El suicidio, los derechos civiles, el racismo y el amor, son temas que prevalecen en los poemas e historias de la autora.

Con ocho años pierde la visión en un ojo a causa de un disparo por parte de uno de sus hermanos con una escopeta de perdigones mientras jugaban a indios y vaqueros. Por sus pocos recursos económicos no puede ser asistida médicamente hasta una semana más tarde, cuando ya no podía hacerse nada por su vista. Este episodio le impediría realizar las actividades que el resto de niños de su edad, pero también transformó su carácter, pasando de ser una niña extrovertida a una persona triste y aislada. Es por eso que su madre le regala una máquina de escribir, con la que comienza a plasmar sus primeras historias. Al mismo tiempo dedica muchas horas a leer y es ahí cuando nace un sentimiento de discriminación, cuando es consciente de la realidad que se vive fuera de casa. Toma pronto consciencia del racismo imperante en aquella región sureña y utiliza la pluma como una forma de reivindicar su lugar.

Gana una beca para el Spelman College, un centro dedicado a la población negra, especialmente femenina, situado en Atlanta (Georgia). Después de ahí asiste al Sarah Lawrence College, una universidad privada dedicada a las artes liberales en el Bronx de Nueva York. Allí recibe la fuerza para escribir por parte de quien fuera su profesora, la filósofa social Helen Lynd, y también de las poetas Jane Cooper y Muriel Rukeyser.

Se gradúa en 1965 y, tras ello, se traslada a Mississippi, donde se integra en el movimiento por la lucha de los derechos de los negros, impulsada por el activista Howard Zinn, uno de sus antiguos profesores, y también a motivada por un encuentro con Martin Luther King Jr. años antes cuando era estudiante del Spelman College.

En 1967 se casó con Melvyn Roseman Leventhal, un abogado de religión judía y también activista por los derechos de las personas. Vivieron en Jackson, Mississippi, donde fueron hostigados por grupos supremacistas blancos como el Ku Klux Klan.

En su libro El Color Púrpura (The color purple, 1982), la autora narra la historia de una mujer afroamericana nacida en una familia en condiciones de pobreza extrema y con una personalidad anulada por el patriarca.

Como la historia fue todo un éxito, se adaptó al cine con la dirección de Steven Spielberg en 1985 y obtuvo once nominaciones; el papel protagónico lo llevó Whoopi Goldberg.

Tanto el libro como el filme levantaron polémica entre los círculos afroamericanos, porque afirmaban, la historia hace ver a su raza como abusadores de niños y mujeres.


En 1983 ganó el Premio Pulitzer por El Color Púrpura, convirtiéndose en la primera mujer afroamericana en obtener esa distinción.

Además del betseller, Walker escribió En posesión del secreto de la alegría, El templo de mi familia, En busca de los jardines de nuestras madres, Viviendo por la palabra, Marcas de guerrero, El mismo río dos veces: honrando lo difícil y Sacando la fecha del corazón (poema), entre otros títulos.

La pareja, que se separa en 1976, tiene una hija, Rebecca Walker, también es activista y escritora. Esta sacó en el año 2000 sus memorias, Black White and Jewish (Negra, blanca y judía), donde describe la influencia negativa que tuvo para ella la relación de sus padres.

En esos tiempos de lucha, Alice también comienza a enseñar y publicar cuentos y ensayos, al mismo tiempo que se emplea en el servicio de Bienestar social de la ciudad. Luego trabaja como escritora residente en el Jackson State College entre 1968 y 1969 y en la Universidad Tougaloo los dos años siguientes.

Su primer libro de poesía se publica en 1968 con el título Once (Una vez), aunque lo había escrito en tan solo una semana tras un viaje a África en 1964, con reminiscencias en el haiku japonés y la filosofía Albert Camus. En este poemario centra su foco en el amor y el suicidio, ya que parece que lo compuso cuando tuvo que enfrentarse a un aborto en sus años de universidad, que le provocó una gran angustia vital.

Dos años más tarde sale a la luz su primera novela The Third Life of Grange Copeland (La tercera vida de Grange Copeland), que expone la pena y la redención de una familia negra de origen rural atrapada durante varias generaciones en la violencia y la dependencia económica.

En 1973 publica otro volumen de poesía titulado Revolutionary petunias and other poems (Petunias revolucionarias y otros poemas) y también una colección de cuentos, In love and trouble: stories of black woman (En el amor y en los problemas: Historias de mujeres negras). Tras eso, se muda a Nueva York, donde concluye Meridian (Meridiano) (1976), una novela que describe la mayoría de edad de varios trabajadores en busca de derechos civiles en la década de los sesenta.

Más tarde se muda a vivir a California, donde escribe su novela más popular, The color purple (El color púrpura), publicada en 1982. Se trata esta de una novela epistolar que cuenta el desarrollo y la autorrealización de una mujer afroestadounidense entre 1909 y 1947 en un pueblo de Georgia. El libro le valió a Walker un premio Pulitzer y el Premio Nacional del Libro en 1983. Asimismo, la historia fue adaptada al cine por Steven Spielberg en 1985, protagonizada por Whoopi Goldberg, Danny Glover y Oprah Winfrey. Más tarde, en 2004, se estrena en Broadway una versión musical de la obra, producida por Oprah Winfrey y Quincy Jones.




Fuente: ACSUN, Wikipedia.

Día Mundial de la Diversidad Sexual. Las banderas LGBTTTIQ+ y el componente etnico - racial

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Foto: Afp

Cada 25 de junio se conmemora el Día Mundial de la Diversidad Sexual para crear conciencia sobre 
el respeto a los derechos humanos de todas las personas sin importar su identidad, expresión de género 
y orientación sexual.

La comunidad LGBTTTIQ+ adoptó a junio como el Mes del Orgullo para visibilizar no sólo la 
diversidad de orientaciones sexuales sino para destacar la necesidad de respetar el derechos de las 
personas a ejercer su autonomía y desarrollar su personalidad bajo un trato digno y libre de 
violencia y discriminación.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) destaca que la diversidad sexual se 
refiere a todas las posibilidades de las personas para asumir, expresar y vivir la sexualidad.

“Es el reconocimiento de que todos los cuerpos, todas las sensaciones y todos los deseos tienen 
derecho a existir y manifestarse sin más límites que el respeto a los derechos de las otras personas. 
Es decir que dentro del término ‘diversidad sexual’ cabe toda la humanidad, pues nadie ejerce su 
sexualidad de la misma manera que las y los demás”, destaca la CNDH.

En la búsqueda de reconocimiento, la comunidad LGBTTTIQ+ ondea la bandera del arcoíris de 
seis colores, que identifica a todos los miembros. La original fue diseñada por Gilbert Baker para 
conmemorar la Celebración de la Libertad Gay en 1978 y tenía ocho colores, pero fue modificada un 
año después y es la que se usa actualmente.

El rojo significa vida, el naranja, salud; el amarillo, luz del sol; el verde, naturaleza; el azul, serenidad, 
y el morado representa al espíritu.

Foto: Reuters



Orgullo lésbico

La última versión fue creada por Emily Gwen y consta de siete franjas en tonos naranjas, rosas y blanco. 
De acuerdo con la Universidad de Santa Bárbara, en California, el naranja oscuro representa la no conformidad de género, mientras que el rosa representa la feminidad.

Foto: Emily Gwen @diabolicdyke



Los colores de la bisexualidad

Michael Page hizo una bandera en la que el rosa representa la atracción hacia el mismo sexo, el azul 
hacia el sexo opuesto y el violeta significa la inclinación por ambos sexos.

Foto: EFE



Comunidad transgénero

Diseño realizado por Mónica Helms compuesto por rayas azul pastel, que representan el color 
tradicional para identificar a los bebés varones, y franjas rosa pastel, que suelen identificar a las niñas. El centro blanco significa la transición o al género neutral.

Foto: Reuters



Intersexual

La Organización Internacional Intersex en Australia incluyó el amarillo al considerarlo un color neutro 
entre el azul y el rosa. El círculo representa la plenitud: las personas intersexuales no son mitad de 
hombre o de mujer, sino seres humanos completos.

Foto: Organización Internacional Intersex



El estandarte genderqueer

Marilyn Roxie quiso destacar la androginia con el color lavanda. El color blanco es para las personas 
sin género y el verde para quienes se identifican como no binarios.

Foto: Marilyn Roxie



Bandera asexual

La Red de Educación y Visibilidad Asexual representa su orientación con gris, blanco y púrpura.

Foto: EFE



Los no binarios

En 2014 surgió una bandera que pretende representar a quienes no se identifican con ningún género y a 
las personas que se desarrollan con múltiples géneros.

Foto: @NBinarx

Bandera inclusiva

Recientemente se dio a conocer una adaptación de la bandera LGBTTTIQ+, que incluye 
interseccionalidades. El nuevo arcoíris incluye tonalidades de piel morenas y afrodescendientes, 
representadas con el color negro y café.

Daniel Quasar, diseñador de esta nueva bandera, también incluyó parte de la 
bandera trans.


Foto: AFP






Fuente: ACSUN, Afp.

miércoles, 23 de junio de 2021

Noche de San Juan 2021 en ACSUN. Edición "Quedate en casa".


Dada la emergencia sanitaria que vivimos a nivel mundil, lamentablemente un año más no podremos celebrar San Juan en ACSUN. 

Por ese motivo te invitamos a disfrutar de los videos quedante en casa en tu burbuja. Ya tendremod tiempo de recontrarnos y poder danzar alrededor de la hoguera.

Esta ventana virtual nos permite seguir en contacto con nosotros e interactuar.

 

En la  noche más larga del año, les deseamos augurios positivos para salir adelante entre todos.

No olvides de quemar en una hoguera las malas vibras  en tu hogar un papel y hacer tu pedido para el resto del año. 






 Fuente: ACSUN.


Buen viaje Martita. Lamentamos comunicar la desaparición física de Marta Da Silva


 ¿Quién era Marta Irene Da Silva Aranda?

Mujer, afrodescendiente. Nacida en Montevideo, madre de Sara.

De profesión Sastre, egresada de la Universidad del Trabajo del Uruguay.

Militante de base de la primera linea. Participó en diversas organizaciones, dentro de las que se destacan: ACSUN y OMA. Era la Presidenta del Coro Afro GAMA.

Participo de la Conferencia Ciudadana en diciembre de 2000 celebrada en Santiago de Chile, preparatoria la Tercer Conferencia Mundial Contra el Racismo. Una de sus preocupaciones principales eran los derechos de los adultos mayores afrodecendientes. 

En diversas jornadas de rescate de la memoria en la sede de ACSUN, sus aportes fueron muy valiosos para reconstruir la historia del Movimiento afrodescendiente y transmitir de manera horizantal sus conocimientos a las jóvenes generaciones.

Para finalizar el posteo, les regalamos Soy tambor, canción interpretada por el Coro Afroga. 

 


 Fuente: ACSUN.

lunes, 21 de junio de 2021

Dichos del Presidente de Argentina que no refleja bien la composición etnica de su nación.

              


De acuerdo con el último censo, de 2010, eran 150.000 los argentinos que reconocían raíces afro, pero ese número creció en los últimos años; tienen un día de los “afroargentinos” y una cátedra en la Facultad de Derecho de la UBA.

¿Trato de arreglarla?

“Tenemos descendientes que se convirtieron en afroamericanos”. La frase que el presidente Alberto Fernández pronunció ayer (20 de junio de 2021), en el acto oficial por el Día de la Bandera, descolocó a un auditorio en el que, además de autoridades políticas, había alumnos de cuarto grado de la escuela primaria. La confusa sentencia presidencial le sumó a Fernández un nuevo episodio en la línea que inauguró con su frase sobre el origen de mexicanos, brasileños y argentinos. Pero también puso de relieve a una comunidad que tiene un día especial para conmemorar su influencia en la Argentina, una cátedra en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y miles de personas que reconocen raíces afro en un territorio que, en 1810, tuvo un 33% de su población de ese origen.


Cada 8 de noviembre se celebra el Día de los Afroargentinos y de la Cultura Afro, en homenaje a María Remedios del Valle, capitana del ejército del general Manuel Belgrano en la gesta patriótica.

El origen de una nación


El origen africano de parte de la población argentina fue relevado por distintas instituciones. Según datos del Instituto Multidisciplinario de Biología Molecular, en los orígenes genéticos de la población argentina hay tribus bantúes de Mozambique, Angola y del estado precolonial de Loango. El último censo nacional realizado, en el año 2010, dejó como conclusión que 150 mil argentinos se reconocían como afrodescendientes. Sin embargo, para diferentes organizaciones comunitarias, el número es mucho mayor.

La presencia africana en la Argentina cobró nuevos impulsos en los últimos años, con la llegada de inmigrantes que en muchos casos solicitan la calidad de refugiados, pues huyen de conflictos armados en sus países. Adquieren una creciente importancia en el flujo de inmigrantes de los últimos años los llegados desde Senegal, Camerún, Sierra Leona y Ghana, entre otros países.

A la Argentina no le son agenas las resoluciones de la Asamblea General de la ONU.

A nivel internacional, el mundo transita el Decenio Internacional Afrodescendiente. Es un período que rige desde 2015 y hasta 2024, establecido por una decisión de Naciones Unidas en 2014.

A principios de 2019, el Grupo de Trabajo de Expertos de Naciones Unidas sobre los Afrodescendientes visitó la Argentina para evaluar cómo vive esa comunidad en Argentina. Su titular, Michal Balcerzak, afirmó en esa oportunidad que “es un grupo vulnerable que merece medidas especiales” para poder ejercer “sus derechos económicos, sociales y culturales”.

El Decenio Internacional Afrodescendiente instaura políticas públicas para promover y proteger los derechos de las comunidades afrodescendientes. En la Argentina, la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, a cargo de Horacio Pietragalla, es el organismo designado como unidad de coordinación de las acciones a desarrollar.

Ademas de ejercer la Presidencia de Argentina, Fernandez es docente en la UBA.

Profesor de Teoría del Delito y Sistemas de la Pena en la Facultad de Derecho de la UBA, Fernández comparte facultad con una cátedra denominada “Derechos de las Comunidades Negras en Argentina desde una Perspectiva Afro”. Es una materia bimestral, dictada por dos abogados afrodescendientes, que se cursa entre marzo y abril o entre agosto y septiembre. El curso es nuevo, comenzó la inscripción en febrero de este año y pertenece al Departamento de Filosofía de la Facultad de Derecho de la UBA.


Alberto Fernández no fue el primero en invisibilizar a los afrodescendientes e indigenas.


En enero 2018, había sido el propio Macri quien dijo en el Foro de Davos: “Creo que la asociación entre el Mercosur y la Unión Europea es natural, en América del Sur todos somos descendientes de europeos”.


En el marco de la visita a la Argentina del presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, Fernández dijo: "Escribió alguna vez Octavio Paz que los mexicanos salieron de los indios, los brasileños salieron de la selva pero nosotros los argentinos llegamos de los barcos, y eran barcos que venían de Europa, y así construimos nuestra sociedad”


El recorrido mediático de la frase de Alberto Fernández aceleró un tuit aclaratorio: “Se afirmó más de una vez que ‘los argentinos descendemos de los barcos’. En la primera mitad del siglo XX recibimos a más de 5 millones de inmigrantes que convivieron con nuestros pueblos originarios. Es un orgullo nuestra diversidad. A nadie quise ofender, de todas formas, quien se haya sentido ofendido o invisibilizado, desde ya mis disculpas”.

Mientras la oposición se cubre con ponchos de llama y plumas de guacamayos, y saliva demandas de disculpas a mexicanos y a brasileños por la ofensa, en otros ámbitos hay académicos que estudian eso de “los argentinos venimos de los barcos”.

De hecho hace una semana, en The Guardian el periodista Uki Goñi publicó el artículo “Es hora de desafiar la autoimagen europea blanca de Argentina”. Y para resumir la percepción de quienes creen que Argentina es un “territorio transplantado de la Europa blanca” escribió una frase similar a la de Alberto Fernández: “Los mexicanos descienden de los incas, los peruanos de los incas, los argentinos de los barcos”.

En el artículo, Goñi señala la inclusión en 2021, en la UBA de la materia (optativa) “Derechos de las comunidades negras en Argentina desde una perspectiva afro”, como una arista de ese revisionismo de barcos e inmigrantes. También menciona a Erika Denise Edwards, una profesora de Historia Colonial de América Latina de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos).

Erika Edwards es negra y en su primer viaje de estudios a la Argentina la frase “los argentinos descienden de los barcos” marcó una bisagra en su carrera. El resultado fueron tres libros: “Historia de dos ciudades: Buenos Aires, Córdoba y la desaparición de la población negra en Argentina”; “Pardo es el nuevo negro: los orígenes urbanos del mito de la desaparición de los negros en Argentina”; y en 2020, “Escondidas a plena luz del día: las mujeres negras, la ley y la construcción de una República Argentina blanca.”

“No sabía nada de Argentina y estaba emocionada de descubrir el país. No tardé en darme cuenta de que esa experiencia cambiaría mi vida,” escribió Erika Edwards. “Negra en un país muy blanco (…). Al principio me sentí incómoda, luego me di cuenta que mi negritud no era igual en Argentina que en Estados Unidos. Mi negrura significaba algo más. ¡Era exótica, casi excepcional, y sorprendentemente no era negra! Era morocha. Me había transformado en una versión más ligera de mí misma. Me fui acostumbrando a que me llamaran morocha, y no pude evitar preguntarme qué era ser ‘morocha’. Con el tiempo, llegó la respuesta: era cualquiera que no fuera blanco. (…). Otros países tenían mestizos , o mulatos, pero Argentina había agrupado a los descendientes de africanos e indios y a las personas con tonos de piel bronceada, a menudo descendientes de inmigrantes de países mediterráneos, en una sola categoría: morochos. Proclamaron que en Argentina no había negros; ¡sí, muchos morochos!”.

¿Existe un blanqueamiento a través de los discursivo?

En la búsqueda de respuestas al concepto “Argentina es una nación blanca”, aquello de “los argentinos descienden de los barcos” también cobró sentido. Según escribe Edwards, “la reciente aparición de muchos estudios sobre los negros en Argentina ha sido un esfuerzo que celebran de varios académicos y activistas para quienes es obsoleto categorizar a Argentina como un país de descendencia europea, y de que siempre ha sido una nación blanca.”


En uno de los libros, menciona a Alberdi y Sarmiento como dos actores de ese proceso latinoamericano de “blanqueamiento”. Dos de los motorizadores que, en base a “teorías pseudocientíficas, pretendían demostrar la superioridad biológica de los blancos (europeos) sobre los no blancos. También Edwards incluye un artículo que en 1905 publicó la revista Caras y Caretas donde Juan José Soiza Reilly escribe: “La raza (negra) está perdiendo en la mezcla su color primitivo. Se vuelve gris. Se disuelve. Se aclara. Un árbol africano está produciendo flores blancas.” En los tres libros, Erika Edwards intenta con su investigación abordar el “blanqueo étnico” de la Argentina y el ocultamientos de sus raíces africanas. Y en ese interesante recorrido queda expuesto, otra vez, que si bien Argentina es un país con una importante inmigración europea, los “argentinos no sólo venimos de los barcos”.


Fuente: ACSUN, Lanacion, Perfil.

OIT y UNICEF advierten sobre trabajo infantil de niños afrodescendientes en Brasil



Un informe conjunto de la OIT y Unicef, estima que, a principios de 2020, 160 millones de menores estaban forzados a trabajar, es decir, 8,4 millones más que hace cuatro años. En Brasil, el trabajo infantil contiene elementos raciales, pues el 66% de los menores trabajadores son afrodescendientes. En Perú, más de un millón de menores entre 5 a 17 años han trabajado y en México, la situación ya era alarmante antes de la pandemia, con más de 3,3 millones de niños trabajando hasta el 2019








Fuente: ACSUN, France 24.

viernes, 18 de junio de 2021

El racismo en el futbol sudamericano y el silencio ante la exclusiòn de afrodescendientes en el equipo de Brasil en 1921.

 

Fuente: Crónica.


Era la quinta versión de la Copa América, antiguamente llamada Campeonato Sudamericano, y se presentó una particularidad en cuanto a la lista de convocados de la Selección Brasileña al certamen: la nómina estaba conformada únicamente por futbolistas de no afrodescendientes.


El hecho resultaba curioso sabiendo que la multiculturalidad en este país era extendida, incluso hasta la fecha actual. Sin embargo, este acontecimiento tuvo que ver con algo más allá de lo futbolístico pasando a cuestiones políticas.

En el año de 1919, Epitácio Lindolfo da Silva Pessoa llegó a la presidencia de Brasil, con la característica de que este político no se sentía precisamente orgulloso de la variedad de etnias en el país, defendiendo de manera especial a la raza blanca por encima de las demás.

De cualquier manera, luego de disputar la Copa América de Chile en 1920, la selección ‘canarinha’ convocó a sus jugadores habituales, entre los cuales se hallaban múltiples afrodescendientes, para un compromiso de exhibición ante sus similares de Argentina en Buenos Aires.


Nota: Seleccionado de Brasil 1921. Fuente: Marca

A pesar de esto, se presentó una situación que despertaría la furia de varios futbolistas brasileños. Un medio de comunicación argentino llamado ‘Crítica’, el cual se distinguía por sus publicaciones controversiales y amarillistas, realizó una caricatura que hacía alusión a los jugadores de la ‘verde-amarela’.

Con el título “Monos en Buenos Aires. Un saludo a los Ilustres huéspedes”, la imagen que ilustraba a simios portando la remera de la Selección de Brasil desencadenó la renuncia de algunos futbolistas a disputar el compromiso amistoso que finalizó 7 a 7.


¿Qué paso en la Copa América de 1921 con los jugadores afrodescendientes de la selección brasileña?

Ante este hecho, para la Copa América de 1921 celebrada en Argentina, el entonces presidente de la nación Epitácio Pessoa tomó la decisión de emitir un decreto en el cual prohibía a los jugadores afrodescendientes ser incluidos en las filas de la escuadra ‘carioca’.

Brasil se presentó al Campeonato Sudamericano con una plantilla llena de deportistas no afrodescendientes, a pesar de que uno de sus máximas estrellas y mejores goleadores en la historia del equipo nacional, Arthur Friedenreich, era de "piel morena".

Su curso en este torneo no sería nada destacable, pues finalizó en el segundo lugar de la tabla de clasificación, sumando dos unidades en tres partidos; mientras que el equipo campeón fue la Selección Argentina con seis unidades.

Consecuentemente, los diferentes hinchas de la ‘canarinha’ alzaron sus voces en contra de las malas actuaciones y del veto del presidente, lo cual obligó a anular el decreto que había sido firmado unos años atrás.


Silencio ante el racismo.


Nota: en la foto Friedenreich. Fuente: Marca


En la mañana del partido, el 6 de octubre, al hotel de la selección brasileña llegaron ejemplares del diario argentino ‘Crónica’ de tres días antes (el partido se iba a jugar el 3, pero se aplazó por las lluvias). En el periódico aparecía una caricatura firmada por Antonio Palacio Zino en la que se veía a un grupo de primates vestidos con la equipación de Brasil y un artículo titulado ‘Monos en Buenos Aires. Un saludo a los Ilustres huéspedes’ cuyo contenido iba de la mano del dibujo.

El enfado entre los brasileños lo encabezó el capitán de la Seleçao, Augusto María Sisson, quien quiso convencer a sus compañeros de que la afrenta era de tal calibre que lo mejor era renunciar a jugar. En el seno de la delegación brasileña se produjo tal fractura que sólo siete jugadores decidieron presentarse en Barracas para jugar por respeto a la camiseta, al público que había pagado su entrada y, sobre todo, porque la recaudación era para un asilo de niños huérfanos.

El partido arrancó con 11 contra 11, pero con la camiseta de Brasil jugaba el jefe de la delegación Osvaldo Gomes (jugador ya retirado y autor del primer gol de la historia de Brasil, 20-7-1914 en el estadio de Laranjeiras) y cuatro argentinos para poder completar el equipo. Al darse cuenta la grada de lo que pasaba, arreciaron los insultos y comenzaron a caer objetos. Se decidió entonces que el partido se siguiera jugando y no tener que devolver el dinero por las entradas compradas, pero solo siete contra siete para respetar la integridad del equipo elegido por Brasil para el partido y que venía de la Copa América.

El encuentro, que para muchos no puede incluirse en la lista de oficiales, acabó con 3-1 para los argentinos. La crónica del Diario de Santa Fe era escueta: “Fue un match pobre, sin ninguna alternativa digna de mencionarse. Jugaron sólo siete jugadores por bando, siendo apedreados por la concurrencia”.

El equipo argentino lo formaron Tesoreri; Cortella, Bearzotti; Bruzonne, Calomino, Lucarelli y Echeverria. El brasileño: Ayrton; Constantino, Osvaldo Gomes; Kunzt (era el portero y jugó de centrocampista), Alvariza, Castelhano (que hizo el 0-1 en el primer minuto) y Joao. Al día siguiente, los argentinos organizaron varios actos de desagravio.

En Brasil, sin embargo, lo ocurrido pasó inadvertido. En el país sólo se hablaba de la visita oficial del Alberto I de Bélgica y nada se iba a contar que pudiera perjudicar la imagen del presidente Pessoa, que no andaba muy lejos de lo publicado en Argentina.

Sin embargo, un año después el presidente brasileño sí iba a utilizar lo publicado por Antonio Palacio Zino. La Copa América de 1921 se disputaba en Argentina. Pessoa, que debido a su cargo era también presidente de honor de la CBD (embrión de la CBF) dispuso que como en Argentina llamaron ‘monitos’ a los jugadores brasileños, “al campeonato no vayan más que jugadores que sean rigurosamente blancos”. La fina pluma del mulato Lima Barreto aguijoneó al presidente: “Acostumbrado a resolver graves temas como el color de los pantalones de los invitados en las recepciones decidió que no estuviera estos jugadores para que ahí afuera no supieran que en Brasil tenemos este estiércol humano”. Hay que señalar que Lima era un enemigo mortal del fútbol, al que veía no como un deporte y sí como un vehículo de explotación social y racial.

Para 1922 los resultados deportivos revertieron la decisiòn de Epitácio Pessoa.

Con el regreso de los jugadores afrodescendientes a la Selección Brasileña, se llevó a cabo una nueva Copa América en 1922 teniendo como anfitrión a la misma escuadra ‘verde-amarela’. En esta edición del torneo continental, los locales superaron al conjunto de Paraguay en una final que tuvo como marcador definitivo un 3 por 0 en favor del elenco ‘carioca’.

Sin su primera gran estrella, el mulato Arthur Friedenreich, la campeona fracasó al ganar 1-0 a Chile y perder 6-0 ante Uruguay y 2-0 con Argentina. Antes de regresar a su país, la delegación brasileña acordó disputar un partido amistoso contra Argentina en el campo de Barracas, en Buenos Aires.

Los dirigentes de la CBD lograron a duras penas convencer a Pessoa para que el seleccionador pudiera contar con jugadores afrodescendientes. Solventado ese problema, el ministro de Exteriores, Domício da Gama, tuvo que sentarse con el gobernador de Sao Paulo, Altino Arantes, para que los jugadores paulistas estuvieran en el torneo. De fondo, el eterno conflicto en la Federación entre cariocas y paulistas.

Aunque Friedenreich se lesionó en el primer partido, Brasil se proclamó campeón en un desempate ante Paraguay (3-0). La lesión del ‘Tigre’ Friedenreich (‘El Mulato de ojos verdes’) se convirtió en un escándalo al denunciar el jugador que la CBD no hizo nada para recuperarle y que él tuvo que pagarse todo el tratamiento.





Fuente: ACSUN, Marca.

Conoce màs sobre la Alcaldesa de Chicago Lori Lightfoot


Autor: WTTW Chicago Public media

¿Quién es la Alcadesa de Chicago y como llega a su cargo?

Lori Elaine Lightfoot (Massillon, Ohio, 4 de agosto de 1962) es una política estadounidense, actualmente alcaldesa de Chicago, la tercera ciudad más grande de Estados Unidos.

Fue elegida en la segunda vuelta de las elecciones realizada el 2 de abril de 2019. Es la primera vez que una mujer afroamericana y abiertamente lesbiana que ocupa la alcaldía de la ciudad.

"Soy una persona que decidió no escalar la escalera de la corrupción de un partido político", sostiene Lightfoot como filosofía personal. "No ostento título alguno, ni de comisario ni de jefe del partido", reiteró.


Los meritos de alguien que va dar que hablar durante años.

Fuente: lightfootforchicago.



Fue asistente del Fiscal General para pasar después a la práctica legal privada como socia en Mayer Brown. Ocupó diversos cargos gubernamentales en la ciudad de Chicago, especialmente como expresidenta de la Junta de Policía.

Lori Lightfoot, una experta ejecutiva con experiencia y defensora y experta en reformas, ha trabajado a nivel municipal y federal para que el gobierno sea más responsable y accesible

Es la menor de cuatro hijos nacidos de Elijah y Ann Lightfoot. Sus padres nacieron a finales de la década de 1920 y crecieron en el segregado sur del país: Elijah, originario de una pequeña comunidad agrícola de Arkansas, en la que su padre era aparcero, y Ann de las colinas de Alabama. Después de emigrar a Ohio por separado con sus respectivas familias cuando eran adolescentes, sus padres se conocieron en un baile de la organización Urban League. Mientras criaban a sus dos primeros hijos pequeños, el padre de Lori se enfermó gravemente. Pasó casi un año en coma y se despertó con pérdida auditiva completa. El presenciar las luchas de su padre con su discapacidad, y el impacto resultante en su familia, influyó profundamente en cómo Lori ve a la justicia social y la igualdad.

Superar la adversidad para la familia.

A pesar de su pérdida de la audición y educación limitada, el padre de Lori tuvo al menos dos, y generalmente tres trabajos para proveer a la familia una vivienda estable y proporcionarle lo básico. Trabajó como conserje, barbero y realizando trabajos de reparación y mantenimiento para ganar dinero para mantener a la familia. La madre de Lori, Ann, desempeño trabajos mal pagados en hospitales de salud mental y hogares de ancianos, concluyendo su vida laboral como asistente de atención médica domiciliaria. A lo largo de la vida de Lori, su familia enfrentó inestabilidad económica y todos los obstáculos típicos de una familia que vive con lo justo, dependiendo de su salario.

Nada menos que la excelencia.

La importancia de una educación de calidad fue enfatizada por los padres de Lori, especialmente su madre. Ann Lightfoot presionó constantemente a Lori para que sobresaliera y no usara su raza, género o estatus económico como una excusa para no alcanzar la excelencia. Como resultado, Lori prosperó académicamente y fue aceptada en la Universidad de Michigan, donde se graduó con honores. Ella pagó sus estudios universitarios con préstamos y una serie de empleos como estudiante. En los veranos, Lori regresaba a su ciudad natal y mantenía empleos con CEDA y en fábricas para pagar la universidad.

Comenzando una vida en Chicago

Después de la universidad, Lori trabajó como asistente legislativa durante dos años en Washington, D.C. Recibió una beca completa para estudiar Leyes en la Universidad de Chicago y se mudó a Hyde Park. Con la excepción de una pasantía de un año en la Corte Suprema de Michigan en Detroit, Lori ha vivido en Chicago desde 1986.

Lori y su esposa, Amy Eshleman, viven en noroeste de la ciudad con su hija de 10 años.

Experiencia profesional

Más recientemente, como socia de la Firma de Abogados Mayer Brown LLP, Lori se ocupaba de dirigir un gran número de asuntos complejos y litigar con grupos de abogados, testigos expertos y otros en defensa de clientes. Lori también encabezó complejas investigaciones internas que requirieron la gestión de equipos de abogados, personal de clientes, testigos expertos y otros proveedores. Lori se desempeñó como copresidente del Comité de Diversidad e Inclusión de la firma, entre otras responsabilidades de la firma.

Como Presidenta del Grupo de Trabajo de Rendición de Cuentas de la Policía, Lori creó la estructura organizativa y la dotación de personal, y ayudó a facilitar el financiamiento para el PATF independiente, que realizó un análisis en profundidad de las prácticas del Departamento de Policía de Chicago y las entidades relacionadas; emitió un informe detallado de los hallazgos y recomendaciones el 13 de abril de 2016. Lori diseñó un proceso que incluyó una participación significativa de los interesados y oportunidades para recibir el aporte del público. Muchas de las conclusiones y recomendaciones de PATF se reflejaron posteriormente en un informe del Departamento de Justicia publicado el 13 de enero de 2017. Lori continúa presionando para la implementación de las recomendaciones clave de PATF.

Como presidenta de la Junta de la Policía de Chicago, Lori dirigió un cuerpo civil independiente de 9 miembros encargado de resolver los asuntos disciplinarios relacionados con las denuncias de conducta indebida de la policía. Lori también facilitó una búsqueda para nominar candidatos para el Superintendente de la Policía.

Mientras se desempeñaba como Primera Delegada Interina del Departamento de Servicios de Contrataciones de Chicago, Lori trabajó para mejorar los programas de cumplimiento y certificación de negocios de minorías y mujeres de la ciudad, y para transformar los procesos de compras anuales de la ciudad, de $ 2 mil millones, que eran ineficientes, engorrosos e invitaban a la corrupción. En menos de un año, Lori, como primera funcionaria delegada interina de adquisiciones, había cumplido sus objetivos de “enderezar el barco” tanto del programa como del departamento.

Como Jefa de Personal y Asesora General de la Oficina de Gestión de Emergencias y Comunicaciones de Chicago (OEMC), Lori dirigió las operaciones diarias que eran responsables de las operaciones del 911, la seguridad nacional, los grandes eventos especiales, y emergencias relacionados con el clima y provocadas por el hombre.

Mientras integró el equipo de administración superior del superintendente Hillard, Lori se desempeñó como Administradora en Jefe de la Oficina de Normas Profesionales. La unidad investigó tiroteos relacionados con la policía, muertes bajo custodia y otras denuncias de fuerza excesiva.

Como Asistente del Fiscal Federal de Estados Unidos en la división penal, Lori dirigió investigaciones a gran escala relacionadas con conspiraciones delictivas relacionadas con drogas, corrupción política, fraude de quiebras y otros asuntos. Durante su mandato, presidió por primera vez varios juicios.

Lori ha actuado en las juntas de numerosas organizaciones progresistas y a favor del aborto como NARAL Illinois, Better Government Association, ACLU Illinois y Center for Conflict Resolution. 
Más recientemente, Lori ha sido miembro de la junta del Center on Wrongful Convictions (Centro de condenas injustas), de Chicago Lawyers’ Committee for Civil Rights Under Law, Inc. (Comité de abogados de Chicago por los derechos civiles según la ley), y de Illinois Campaign for Political Reform (Campaña para la reforma política de Illinois), y es miembro de la American Constitution Society’s Board of Advisors (Junta de asesores de la Sociedad Americana de la Constitución Estadounidense).


Reconocimientos 

Premio Earl B. Dickerson de Chicago Bar Association(2018)
Premio Campeona de Justicia de Common Cause Illinois(2018)
Nombrada “Mujer de influencia” por Chicago Business Journal(2017)
Premio al Servicio Público Donald Hubert de Chicago Inn of Court (2017)
Premio a la Educación Pública del Año National Alliance on Mental Illness(NAMI) Chicago, (2017)
Premio Walter J. Cummings de Chicago Federal Bar Association por su servicio pro bono (2017)
Premio Campeona del Interés Público de BPI (2017)
Crain’s Chicago Business, nombró a Lori en su lista inaugural de Abogado Mujer Más Influyente en Chicago en 2017
Premio de Chicago Lawyers Committee for Civil Rights Under Law y el Premio de Ética y Liderazgo de la Universidad Dominicana (2016)
The Financial Times 10 principales abogados innovadores en 2016
Premio Leyendas Judiciales del grupo local de American Constitution Society (2016)



Fuente: ACSUN, lightfootforchicago

Alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, declaró que el racismo es “una crisis de salud pública”



Ayer 17 de junio de 2021, la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, declaró este jueves que el racismo es “una crisis de salud pública” en la ciudad, y que necesita ser abordada de manera urgente para reducir la brecha de esperanza de vida entre blancos y minorías.

“Cuando pensamos en el racismo, muchos de nosotros lo hacemos en sus formas visibles y audibles”,
dijo Lightfoot, quien es afroamericana, durante un acto realizado en North Lawndale, vecindario que está cerca de donde vivió el activista de los derechos civiles Martin Luther King Jr. cuando él y su familia se mudaron a Chicago en 1966.

“La realidad es que la naturaleza insidiosa del racismo sistémico tiene otros impactos que son tan profundos y dañinos, y a menudo no podemos ver cómo afectan la psique y nuestros cuerpos de una forma tanto o más mortífera”, señaló.

El racismo, dijo Lightfoot, “le dice a las personas que son inferiores y pone un límite a su humanidad, destruyendo efectivamente su percepción de sí mismas y dejándolas con depresión, ansiedad e ira”.

Destacó que la brecha de esperanza de vida entre los residentes blancos y afroamericanos en Chicago es de más de nueve años. “Damas y caballeros, literalmente el racismo nos está matando”, afirmó la alcaldesa, quien cumple dos años de mandato.

En su opinión, sin reconocer formalmente el impacto perjudicial del racismo, “nunca podremos avanzar como ciudad y brindar a nuestras comunidades los recursos que necesitan para vivir vidas felices y saludables”.

Las disparidades raciales en salud en Chicago han sido subrayadas por la pandemia de covid-19, en particular durante la vacunación contra el coronavirus, lo que obligó a realizar una campaña especial para no dejar atrás a latinos y afroamericanos.

La Asociación Estadounidense de Salud Pública ya ha declarado que el racismo es una crisis de salud pública que necesita atención inmediata.

Otras instituciones, incluidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Asociación Médica Estadounidense, la Asociación de Pediatría y el Colegio de Médicos de Emergencia, también lo han reconocido como una amenaza urgente para la salud pública.

La declaración de Lightfoot, que por ahora es meramente simbólica, sigue al condado de Milwaukee, en Wisconsin, que en 2019 fue una de las primeras entidades gubernamentales en reconocer al racismo como una crisis de salud pública. Le siguieron ciudades como Denver (Colorado), Columbus (Ohio) y Boston (Massachussets).



Fuente: ACSUN, EFEnews.

Vulnerabilidad climática, igualdad de género, derechos de pueblos originarios y afrodescendientes son los temas de la actual agenda del SICA


Vicepresidentes, o sus representantes, de los países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) coincidieron el jueves 17 de junio de 2021 en fortalecer el diálogo político y en avanzar en la cooperación mutua y la lucha contra las desigualdades.

Vulnerabilidad climática, igualdad de género, derechos de pueblos originarios y afrodescendientes, y las agendas nacionales por el bicentenario de la independencia de las naciones centroamericanas en septiembre próximo, desde una perspectiva regional, fueron otros de los temas abordados por los participantes.

El SICA bajo la Presidencia Pro Tempore de Costa Rica, incluyo temas como afrodescendencia y los ODS.

La reunión ordinaria de los vicepresidentes o sus representantes de los países del SICA, efectuada bajo la Presidencia Pro Témpore de Costa Rica -concluye el próximo día 30-, analizó también los esfuerzos regionales para avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Asimismo, el Plan de Acción del Decenio de los Afrodescendientes: Reconocimiento, Justicia y Desarrollo, reveló el despacho de la vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell.

Campbell afirmó que esta cita constituye punto idóneo para el diálogo político constante y para coadyuvar en consensos regionales sobre temas de interés de los miembros, así como el fortalecimiento de cooperación mutua de países vecinos para afrontar de manera conjunta problemas comunes.

El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, señaló que si algo demostró la pandemia de la Covid-19 es que los virus no conocen fronteras.

Como desafío en estos días que se aproximan, esa nueva normalidad es la nueva oportunidad que tenemos de dar el salto de calidad y escenarios superiores en el proceso de integración, precisó Ulloa.

La viceministra encargada de Asuntos Multilaterales de Panamá, Ana Luisa Castro, indicó que el cumplimiento de los ODS, en especial el referido a la igualdad de género, ha sido de alta importancia para Panamá para poner mujeres y niñas en el centro de la economía para dar lugar a una recuperación económica sostenible, equitativa y justa.

La representante de Nicaragua Florence Levy, presidenta del Parlamento Indígena 
y Afrodescendiente de América, aseguró que su país goza del reconocimiento de diferentes organismos internacionales, por ser uno de los que más ha cerrado brecha de género en alrededor del 80 por ciento.

"Se han asumido compromisos internacionales y nacionales encaminados a la disminución de la brecha de género, alineados a programas de desarrollo humano", explicó Levy, también presidenta de la Comisión de Asuntos de los Pueblos Originarios, Afrodescendientes y Regímenes Autonómicos de la Asamblea Nacional de Nicaragua.

De su lado, el viceprimer ministro de Belice, Ramón Cervantes, destacó que resulta evidente que hay mucho más que hacer en nuestros países para reducir las desigualdades y generar más oportunidades y reconocimiento de las personas afrodescendientes.

Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana son los miembros del SICA.


Fuente: ACSUN, Prensalatina