lunes, 11 de diciembre de 2023

¿ Como revertir el racismo y el supremacismo en los cómics? Un tarea difícil que a Tintin le costo 91 años reinventarse.

Nueva porta de Tintin en el Congo


El texto en su contexto. Es la máxima que acompaña al álbum que Hergé publicó en 1930-31, protagonizado por Tintín (después del durante muchos años inédito Tintín en el país de los soviets). El célebre periodista, que ha poblado la imaginación de varias generaciones a lo largo de un siglo, empezó con mal pie.

El 10 de enero de 1929, Tintín nacía en las páginas del semanario infantil "Le Petit Vingtième". Su primer viaje lo llevó a Moscú, donde Hergé denunciaría al régimen comunista.

El Congo, colonia belga en aquel momento, fue su segunda parada. Hergé plasmó en sus páginas una visión del Congo calificada de paternalista que mostraba a sus habitantes como personas primitivas. Una de las escenas con más controversia, muestra a una congoleña haciendo una reverencia ante Tintín y diciendo: “Hombre blanco muy bueno”.


En otra, Tintín señala en la pizarra la suma “2+2” y pide a los congoleses que lo resuelvan, pero ninguno responde.

                                Portada de Tintin en el Congo 1931.

Tintín en el Congo, ha sido acusado reiteradamente de racismo y supremacismo, e incluso ha sido prohibido en algunos países. 

Ahora vuelve a ser noticia porque, con una discreción sorprendente, ha vuelto a publicarse en francés, pero con algunas novedades notables. La primera, el cambio del dibujo de la cubierta.

En ella ya no aparece el reportero conduciendo un vehículo con su asistente africano origionario del Congo, sino que reproduce una viñeta en la que Tintín y un león se espantan mutuamente al descubrirse.

En 2007, la Comisión británica para la Igualdad Racial pidió la misma prohibición, alegando que contenía imágenes y palabras de discriminación racial. De hecho, por decisión judicial, el volúmen en Reino Unido incluye un mensaje explicativo sobre su contexto histórico.


En el año 2011, Tintín llegó a los tribunales. A los de la vida real. A petición de un ciudadano belga de origen congoleño en 2007, se juzgó si ‘Tintín en el Congo’ se debía retirar de la circulación y prohibirlo “de todo espacio público” por constituir una “apología de la colonización y del racismo”. El demandante, Bienvenu Mbutu Mondondo, reclamaba la prohibición de la obra o la introducción de un mensaje de advertencia sobre su contenido. “Es un insulto para los negros”, aseguró.

Según el abogado de la acusación, Ahmed L’Hedim, el cómic de Tintín representaba a los congoleses como “idiotas, perezosos, incivilizados e incapaces de hablar correctamente”. “La historieta incluye imágenes y diálogos basados en la ideología de la época, que propugnaba la superioridad del hombre blanco sobre el negro para justificar el colonialismo”. 


En 2012, el Tribunal de Apelación de Bruselas resolvió que no era racista. Según los jueces, el cómic no pretende transmitir “ideas de carácter racista, vejatorias, humillantes o degradantes para los congoleños” y es un testimonio propio de una “época determinada”.

"Sin mucha publicidad, Tintín au Congo fue relanzado en noviembre de 2023 en una nueva versión coloreada, con una nueva cubierta pero, sobre todo, por primera vez, con un prefacio que pone en contexto este álbum", señala AFP. El álbum recupera la versión de 1931 y se vende en una caja llamada Les colorisés, que también incluye Tintin au pays des Soviets (1930) y Tintin en Amérique (1932).


Hergé publicó la obra con solo 23 años y sin haber estado nunca en el Congo. En una entrevista realizada en 1949, aseguró que se había nutrido de “los prejuicios de la época” y de los clichés que conocía.


Imagen esteriotipada de la versión original de Tintin en el Congo.






Fuente: ACSUN, lavanguardia, abc.

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