viernes, 31 de enero de 2020

XIV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe se enfoco en las mujeres afrodescendientes




Nota: discurso de la Secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe

Del 28 de enero de 2020 al 31 de enero, se desarrollará en Chile la XIV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, organizada por la CEPAL con apoyo de ONU Mujeres, con la presencia de altas autoridades de la región y funcionarios de las Naciones Unidas.


Autoridades y funcionarios internacionales llamaron en la inauguración de la XIV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe a priorizar las políticas de igualdad de género y autonomía de las mujeres en el actual contexto regional, caracterizado por la desaceleración económica -que fragiliza el espacio para las necesarias políticas sociales, económicas y ambientales- y por el deterioro de los índices de pobreza y desigualdad.



El encuentro, organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) con apoyo de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), se realiza hasta el 31 de enero en Santiago, Chile, y tiene como tema principal justamente la autonomía de las mujeres en escenarios económicos cambiantes.


  
Junto con agradecer al Gobierno de Chile por acoger la XIV Conferencia Regional y por el trabajo preparatorio realizado en conjunto con ONU Mujeres, Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, señaló que “hoy más que nunca se requiere claridad y voluntad para desatar los nudos de la desigualdad y enfrentar los nuevos desafíos impuestos por los cambios geopolíticos, económicos, tecnológicos, demográficos y climáticos”.



“Las desigualdades de género continúan siendo un rasgo estructural de la región y tienen determinantes en los ámbitos macroeconómico, productivo, institucional y sociocultural. Los motores y niveles de crecimiento de la región no han sido suficientes para crear las condiciones favorables para lograr mayor autonomía económica de las mujeres y superar las brechas de género en el mercado laboral”, acotó. Se trata de transformar los privilegios en derechos, subrayó.



Pese a los avances, la tasa de participación laboral de las mujeres en América Latina sigue estancada en torno al 50% (mientras que la de los hombres es de 74,4%), es decir, la mitad de las mujeres de la región no tiene un vínculo con el mercado laboral, dijo.



Durante la sesión de apertura, la Ministra de la Mujer y la Equidad de Género de Chile, Isabel Plá, señaló que “es un honor y un enorme desafío ser los anfitriones de la XIV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe y es una gran oportunidad para Chile recibir a representantes de los países de la región para compartir nuestras experiencias y fortalecer nuestros esfuerzos para promover la autonomía y empoderamiento de la mujer en los escenarios económicos cambiantes que enfrentamos a nivel regional”.



También en representación del Gobierno de Chile, Carolina Valdivia, Subsecretaria de Relaciones Exteriores, indicó que “el tema de la XIV Conferencia Regional, la autonomía de las mujeres en escenarios económicos cambiantes, nos confronta con una realidad, que lejos de ser una ficción, es un gran desafío que tenemos por delante. La vulnerabilidad ante los ciclos económicos, los flujos migratorios, la revolución digital, el cambio climático, los cambios demográficos, todos factores que dificultan la superación de la discriminación y que afectan principalmente a mujeres y niñas”.



Mariella Mazzotti, Directora del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) de Uruguay, sostuvo, por su parte, que “es importante que la agenda regional de género se retroalimente, asuma los nuevos desafíos, se enriquezca con la experiencia de cada uno de los países y con la reflexión de la investigación, de la academia, de los aportes, particularmente de la CEPAL”. “La Estrategia de Montevideo que aprobamos en 2016 -acotó- es un instrumento que reconoce la desigualdad como un problema estructural de nuestros países”.


  


Åsa Regnér, Directora Ejecutiva Adjunta de ONU-Mujeres, alertó que “si seguimos a este ritmo, nos va a tomar 200 años eliminar la brecha de género”. Por ello, llamó a los países de América Latina y el Caribe, algunos ricos, por ejemplo, en recursos naturales, a generar sistemas tributarios u otros mecanismos para destinar fondos para políticas de igualdad de género. “No hay tiempo que perder” de cara al 2030 cuando se cumple el plazo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), dijo.


Finalmente, Silvia Rucks, Coordinadora Residente del sistema de las Naciones Unidas en Chile, destacó que el país “ha avanzado con programas y políticas para ir cerrando la brecha salarial, y hay que seguir trabajando en ello. Pero también tenemos que mirar las desigualdades entre las mismas mujeres. Y aquí los datos son reveladores: las mujeres del primer decil, es decir con menores ingresos, ganan 13 veces menos que las mujeres del decil de ingreso más alto. Un caso similar es el de la participación laboral”.



Durante su intervención, Alicia Bárcena abordó los principales desafíos relacionados con las tres dimensiones de la autonomía de las mujeres en la región: económica, física y en la toma de decisiones.



La brecha salarial en la región, dijo, sigue siendo pronunciada y, paradojalmente, se acentúa en las mujeres con mayores años de estudio.



Y, si bien los países han avanzado en la adopción de marcos normativos para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género, no se cuenta con los recursos y la institucionalidad necesarios para garantizar su efectiva aplicación. A 2018, al menos 3.800 mujeres habían sido víctimas de feminicidio en América Latina y el Caribe.



Por otra parte, pese a que la participación política de las mujeres en los parlamentos nacionales ha presentado un alza sostenida a lo largo de las últimas décadas, las mujeres solamente ocupan en promedio el 31% de los escaños en la región.



“Desde la CEPAL consideramos que la igualdad es el valor ético que debe guiar las estrategias de desarrollo. Cuando hablamos de igualdad de género nos referimos a la igualdad en el acceso al poder, a los recursos y en el uso del tiempo. Y para alcanzar la igualdad es indispensable la autonomía de las mujeres”, concluyó Bárcena.


En la cita en Santiago participan representantes de gobierno, de organizaciones de la sociedad civil, del sector académico, de organismos intergubernamentales y del sistema de las Naciones Unidas.



 


Fuente: ACSUN, Lic. Javier Díaz, CEPAL.

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