viernes, 8 de marzo de 2024

En este 8 de marzo en ACSUN rendimos homenaje a María Felina Díaz, una mujer afrouruguaya con una visión política de futuro.

 


El termino mujer negra, fue utilizada a lo largo de la historia del movimiento afrodescendiente en Uruguay, si bien a finales del siglo XIX y en las primeras decadas del siglo XX, se utilizaba el termino de color. Podemos citar la Revista Nuestra Raza, la cual en sus portada figuraba "Organo de la Colectividad de Color".

Marìa Felina Dìaz, nacio un 18 de mayo de 1907, en la ciudad de Melo.  Una mujer pionera dentro del Movimiento Negro en el Uruguay.

En sus jòvenes 30 años, en un país, donde el clasismo y especialmente el racismo era moneda corriente, hipernaturalizadas las desigualdades étnico raciales, se atrevio a levantar su voz a favor de las Mujeres Negras y ser difusora del voto femenino.


Hasta nuestros días, el termino mujer negra, ha perdurado hasta nuestros días, en 1937, luego de finalizado el Congreso Nacional de Mujeres (1936).


En noviembre de 1937, María Felina Díaz  (en esta publicacion nos referiremos indistintamente tambièn como Felina) en su columna desde el órgano del P.A.N. cuestionaba la posibilidad de que el sistema electoral no permitiese aún la aplicación de la ley del voto femenino.


En cambio, si lograban votar, entonces significaba un importantísimo caudal de votos que debían ser tomados en cuenta y disputados por los diferentes partidos. La propia colectividad afrouruguaya estaba formando su propio partido, el Partido Autóctono Negro, y las mujeres, en el caso de formar parte del electorado, serían claves para aumentar el número de votos.


Fue preponderante el rol de dos mujeres que afrodescendientes, María Felina Díaz y Maruja Pereyra, en los nueve números de la publicación periódica del Partido Autóctono Negro (P. A. N.), con la dirección de Sandalio del Puerto, expresando sus ideas de cuáles debían ser las acciones estratégicas a seguir de la “mujer negra”, principalmente para las elecciones de 1938.


Una de estas acciones fue la formación del Comité femenino de mujeres negras en Rivera.


Más adelante el término “mujer negra” sigue siendo utilizado para autonombrarse.


En 1942, en la proclama "Las Mujeres negras a sus hermanas de todo el paìs" firmada por cien mujeres por motivo de los festejos del centenario de la abolición de la esclavitud (Nuestra Raza 1942, noviembre, p. 7). Todo lo cual demuestra que, luego del congreso, las acciones públicas de las afrouruguayas fueron realizadas desde la “mujer negra”.




Resilencia de una mujer afrodescendientes del interior del inicios del siglos XX, que sembro 2 generaciones de militantes en su familia.




Felina Díaz fue madre soltera, tuvo tres hijos: José Enrique, Washington y Nancy Díaz


María Felina Díaz, nació en Cerro Largo. Combinó su trabajo como empleada doméstica con su actividad en el periódico Acción de Melo y en el comité femenino pro-edificio del Centro Uruguay. En este último trabajó junto a otras mujeres en diversas actividades para concretar la sede del centro social. En Montevideo se vinculó a la revista Nuestra Raza y fue co-directora de la sección femenina “Para ustedes” del boletín editado por el PAN durante 1937-1938.

En 1937 Felina Dìaz y Maruja Pereyra, escriben sobre el rol de las mujeres de la colectividad, señalando: “Nosotras, las mujeres los acompañaremos. Es nuestro deber, como mujeres, como esposas, como hermanas: Porque siempre los hemos acompañado en los grandes momentos, antes para consolarlos ahora, para batallar, con ustedes llevando a los comicios nuestros votos. Mujer negra, despierta que ha llegado el momento”

Ese despertar es concreto y se traduce en la participación política directa: “ha llegado el momento no solo de votar sino de elevar nuestra raza ingresando en las filas de nuestros hermanos cuyos son los que integran el Partido Autóctono Negro” (Nº1, 15 abr 1937, 3), señala Díaz en su primera columna.

Felina Díaz, considera la importancia de llevar la campaña cívica más allá de las zonas urbanas para que las mujeres campesinas puedan ejercer su derecho recién adquirido. Esta inquietud tenía un doble origen: por un lado, las mujeres estaban entrando a la contienda política con su voto, e incluso con un partido político propio, derecho que requería formación cívica para ser plenamente ejercido. Por otro lado, la desunión del colectivo racial era un trasfondo con el que constantemente estaban luchando, por lo que capturar este voto era de suma relevancia.

 A través del periódico se complementaron con las organizativas. La formación de Comités Femeninos fue una fórmula mediante la cual buscaron discutir activamente la importancia del voto y de su participación. Díaz en una columna titulada “Se organiza el primer Comité Femenino”, en el que da cuenta de esta agrupación, es enfática al señalar: “No contribuye con su voto la mujer negra que no ve las necesidades de nuestra raza, que por despreocupación no siente en carne propias las injusticias del prejuicio, lo desconoce o lo tolera como consecuencia del ambiente […] la mujer de campaña es la que hoy marca rumbos en esta lucha política” (Nº9, 17 dic 1937, 3). 

 Díaz también enfatiza este deber con la cultura que tienen las mujeres negras/afro de la colectividad: “Para desarrollar la cultura y engrandecimiento de nuestra raza debe la mujer negra actuar, poner en práctica sus dones en bien, no solo nuestro, sino en bien de todos. No para ser igual o superior al hombre, sino que, sin salir de su esfera, puede ayudar porque el progreso moderno lo exige”

En Montevideo, luego de llegar  desde su Melo natal, vivió en el barrio Bolivar, luego en el barrio Belgrano en la Abalos esquina Francisco Simòn.


Trabajo comunitario incansable de Doña Felina

En sus últimos 20 años de vida, se dedico a la labor comunitaria, en el barrio Chacarita de los Padres, en la calle Geminis.

Junto con su hija Nancy, con el apoyo de la Congregación Santo Tomas de Aquino, en parte de su casa desarrollo una policlínica comunitaria donde las y los vecinos era recibidos por un equipo de salud al menos una vez al mes.

Actualmente la vivienda de Doña Felina, fue donada para la construcción de un comedor

Tuvo 8 nietos: Marcelo, Rodrigo, Enrique, Luanga, Martin, Javier, Amanda y Julio. 

De los de los cuales podemos destacar a Amanda Dìaz Espinosa y Javier Dìaz Espinosa, quienes se han destacado en la investigaciòn academica, realizando el nexo entre la Universidad y la Comunidad Afrodescendiente, integrando los cuadros directrices de ACSUN. Siendo tambièn protagonistas en el proceso de la Tercer Conferencia Mundial Contra el Racismo, respresentando a ACSUN en las Conferencias de Santiago de Chile, pasando por la propia Durban y todo el proceso de seguimiento.



Fuente: ACSUN

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