Ruanda y la República Democrática del Congo acordaron este domingo el despliegue de una fuerza internacional para neutralizar a los rebeldes en el este de la RDC, al margen de una cumbre de la Unión Africana que eligió a la surafricana Nkosazana Dlamini-Zuma como presidenta de la Comisión.
La ministra sudafricana del Interior, ex canciller y ex esposa del presidente Jacob Zuma, fue elegida en una cuarta vuelta por los jefes de Estado, imponiéndose al presidente saliente, el gabonés Jean Ping.
Dlamini-Zuma, de 63 años, es la primera mujer y la primera responsable anglófona que dirige la principal institución de la UA, desde que ésta sucedió en 2002 a la Organización de la Unidad Africana.
El acuerdo entre Ruanda y la República Democrática del Congo fue logrado tras una reunión bilateral entre los presidentes congoleño Joseph Kabila y ruandés Paul Kagame, indicó este último a la AFP.
La ONU había acusado a Ruanda de alimentar con armas y reclutas a los rebeldes del Movimiento del 23 de marzo, protagonistas de una nueva crisis en el este de la inmensa RDC.
En los últimos meses, los rebeldes del Movimiento del 23 de Marzo tomaron las armas contra el ejército de la RDC, en el que habían sido integrados en virtud de un acuerdo interior, y tomaron varias localidades en el este del país.
"Hemos aceptado el principio de pedir a otros que nos ayuden, pero los detalles (...) quedarán para más tarde", dijo Kagame al ser consultado sobre esta fuerza internacional luego de una reunión al margen de la cumbre de la Unión Africana que se realiza en Adís Abeba.
La mañana del domingo, en la apertura de los trabajos, el presidente de la Comisión de la UA, Jean Ping, reveló que la organización continental estaba "dispuesta a contribuir a la constitución de una fuerza regional para poner punto final a la acción de los grupos armados" en el este de la RDC.
Más tarde, Kagame y su homólogo de la RDC, Joseph Kabila, firmaron un documento donde piden la colaboración de la UA y de la ONU "para poner en marcha inmediatamente una fuerza internacional neutra para erradicar al M23 (...) y toda otra fuerza negativa en la región de los Grandes Lagos".
Por el momento no se conocen detalles sobre la articulación entre esta "fuerza neutra" y los 17.000 militares y 2.000 civiles de la misión de la ONU (Monusco) desplegados desde fines de 1999 en esa región. La cuestión se decidirá en una nueva reunión los días 6 y 7 de agosto en Kampala.
Otros dos presidentes de países que tienen relaciones muy tensas, los de los dos Sudanes, fueron aplaudidos por los presentes en la sala cuando se estrecharon la mano.
Los mandatarios de Sudán del Sur y Sudán ya habían mantenido una conversación de una hora en un hotel de la capital etíope en la noche del sábado. El encuentro era el primero entre Salva Kiir (Sudán del Sur) y Omar al Bashir (Sudán) después de los violentos combates fronterizos entre sus ejércitos respectivos hace menos de tres meses.
La UA también exigió en Adís Abeba una aceleración de la transición política en Malí, donde los insurgentes islamistas, que controlan el norte del país, amenazan la estabilidad de la región.
En la preparación de la cumbre, el Consejo de Paz y Seguridad (CPS) de la UA pidió el sábado "el cese de las interferencias inaceptables de la junta militar (de Malí) y de sus baluartes civiles en la gestión de la transición, y la disolución efectiva" de la junta, que se hizo con el poder el 22 de marzo en Bamako.
Por otra parte, se prevé que el domingo por la noche o el lunes la cumbre aborde la elección al puesto clave de presidente de la comisión de la organización.
Fuente: ACSUN, Lic. Javier Dìaz, EFE, Terra. AFP
Fuente: ACSUN, Lic. Javier Dìaz, EFE, Terra. AFP
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