A partir de 1992 cada 25 de julio se conmemora el Día Internacional de la mujer afrolatina, afrocaribeña y de la diáspora. Es una fecha que tiene como objetivo visibilizar a las mujeres afrodescendientes y promover políticas públicas que ayuden a mejorar su calidad de vida y a erradicar el racismo y la discriminación.
Hoy conmemoramos la reivindicación de los derechos y la dignidad de la mujer afrodescendiente. Persisten en el siglo XXI múltiples formas de discriminación contra las niñas y mujeres, y estas con frecuencia se agravan cuando las miramos desde la perspectiva étnica; ya es tiempo de acabar contra la violencia racial y la exclusión hacia la mujer afrodescendiente, combatir la intolerancia y los estereotipos.
En el marco del Decenio Internacional de las Personas Afrodescendientes 2015-2024, declarado por las Naciones Unidas, se promueve la erradicación de todas estas injusticias sociales heredadas y luchar contra los prejuicios y la discriminación racial, promoviendo y protegiendo los derechos humanos de todos y todas.
Hoy rendimos homenaje a todas aquellas mujeres afrodescendientes que han dejado su vida por el crecimiento y el desarrollo comunitario dejando de lado sus intereses personales, contribuyendo desde sus ámbitos personales y laborales a forjar sociedades más justas y equitativas, generando cambios y luchando contra la violencia, el sexismo y la exclusión.
¿Cómo nace este día emblematico para nuestras comunidades?
El Primer Encuentro de mujeres negras latinoamericanas y caribeñas realizado en República Dominicana el año 1992 para dialogar sobre la agenda de Beijing, instancia donde nace la Red de mujeres negras, como un espacio de articulación de movimientos de mujeres negras de América Latina y el Caribe; instrumento político de reflexión, intercambio, denuncia y propuesta para el desarrollo de las mujeres afrodescendientes. Como consecuencia de ello se instaura el 25 de Julio como el día para reivindicar nuestra existencia, nuestras luchas, contribuciones, aspiraciones y apuestas en todos los ámbitos.
Ellas se plantearon la importancia de articularnos regionalmente, permitiendo desde la cercanía geográfica la identificación de problemas comunes y/o complementarios; dando lugar a la concreción de acciones comunes, intercambio y cooperación.
Las discusiones inicialmente se centraron en temas de las Conferencias de Naciones Unidas, llegando a tener presencia en la Conferencia de Viena en 1993 y en la IV Conferencia sobre la Mujer en Beijing en el año 1995. Un año más tarde, en 1996 levantaron un discurso de interpelación los Estados en relación a los derechos de las mujeres afrodescendientes . Posicionamiento que ha perdurado.
Fuente: ACSUN, red de mujeres.
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