La muerte de George Floyd reavivó la violencia racial que hay en el país contra esa comunidad.
La muerte de George Floyd en Minneapolis (Estados Unidos) a manos de la Policía generó rechazo por los excesos policiales contra la población afroestadounidense.
Según cuentan los medios locales, Floyd, de 46 años, fue abordado por un grupo de policías que estaban tras la pista de un sospechoso de falsificación. Versiones oficiales apuntan a que el hombre se resistió a bajar de su vehículo, pero, cuando lo hizo, un oficial lo dejó en el suelo y presionó su rodilla contra su cuello.
En un video que muestra la agresión, Floyd dice que no puede respirar. Pese al clamor del hombre, el policía no se detuvo. Luego de unos minutos, el afroestadounidense quedó inmóvil. Su muerte causó indignación en el país y la ciudadanía salió a las calles para protestar.
Incluso, en medio de las manifestaciones murió otro hombre por el impacto de bala en la zona donde se dieron las protestas, según informó la policía. "Quiero que estos policías sean acusados de asesinato, porque eso es exactamente lo que hicieron, cometieron un asesinato contra mi hermano", dijo Bridgett Floyd, la hermana de George Floyd, a la NBC.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó la muerte de Floyd de "triste y trágica" en un tuit, y los cuatro oficiales fueron despedidos. "Debemos seguir luchando por la justicia", dijo Will Wallace, uno de los manifestantes. La Fiscalía informó que había llamado al FBI para que ayude a investigar el caso, lo que podría implicar que existió delito federal por parte de los agentes.Pero lo cierto es que Estados Unidos tiene un historial de violencia contra la población afroestadounidense.
A finales del año 2018, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos publicó un informe titulado ‘Violencia policial contra afrodescendientes en Estados Unidos’. En el documento se hace un recuento histórico sobre los excesos que ha sufrido esta población.
El segundo capítulo trata sobre la discriminación estructural que hay en el país y allí se recogen algunas cifras que retratan precisamente este drama que viven los afroestadounidenses.
“Según información pública, los EE. UU. registran constantemente altos niveles de violencia policial: informes indican que la policía asesina aproximadamente a 1.000 personas y hiere más de 50.000 cada año en promedio. En 2017, al menos 987 personas fueron asesinadas a balazos por agentes policiales, incluidos más de 300 que huían de los oficiales cuando les dispararon”, dice el informe.
Y agrega: “La cifra anual de homicidios policiales registrados en los Estados Unidos es mucho más alta, tanto en términos per cápita como en términos absolutos que en otros países desarrollados”.
La misma Comisión indica que en el 2015 el 34 por ciento de los civiles desarmados asesinados por agentes de policía eran afroestadounidenses. “Otras investigaciones indican que los hombres negros tienen casi tres veces más probabilidades de ser asesinados por la fuerza policial”.
Mientras ocurría el caso de George Floyd, en Nueva York se conoció un nuevo caso de una mujer que acusó falsamente a un hombre afrodescendiente.
La difusión de un video en el que una mujer blanca llama a la Policía asegurando falsamente que está siendo amenazada por un hombre negro, que únicamente le estaba reclamando que le pusiese la correa a su perro en Central Park, causó una fuerte oleada de indignación en Nueva York y terminó con la protagonista suspendida de su empleo tras hacerse viral su material audiovisual.
El incidente captado en video este fin de semana por el hombre, Christian Cooper, fue difundido este lunes en Twitter por su hermana y este martes acumulaba ya casi 24 millones de visualizaciones. Incluso, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, ha reaccionado a lo ocurrido asegurando que "el video publicado de Central Park es claro y puro racismo".
En algunas ciudades de Estados Unidos se unieron a la protesta por la muerte de George Floyd. En la imagen, un hombre en Los Ángeles carga una bandera del país.
Uno de los casos que más impacto causó en los últimos años en Estados Unidos por discriminación racial se dio en 1989. El hecho se dio cuando 5 jóvenes (cuatro afroestadounidenses y un latino), quienes en ese entonces tenían entre 14 y 16 años, fueron sentenciados a prisión tras ser acusados de violar y golpear a una mujer en Central Park, en la ciudad de Nueva York.
Los jóvenes fueron encarcelados pese a no haber cometido el crimen. En el año 2002, cuando algunos permanecían tras las rejas y otros habían cumplido su sentencia, un hombre confesó haber sido el verdadero agresor.
Este drama es retratado por el documental When They See Us, de Netflix y que se publicó en la plataforma el año pasado. Allí se denuncia cómo los fiscales fabricaron las acusaciones contra estos jóvenes.
Fuente: ACSUN, Eltiempo.