"Ponte en mi piel", es una guía para combatir el racismo cotidiano.
Adriana Boho se convierte así en un referente para las niñas de hoy y su libro es un manual para una sociedad más empática, igualitaria y tolerante. De pequeña soñaba con tener la piel de otro color y el pelo liso.
Hoy, esta influencer española de origen afrodescendiente, vive lo que denomina “el despertar negro”.
Adriana Boho es originaria de Guinea Ecuatorial.
Orgullosa de su piel y de su pelo, utiliza el poder de las redes sociales para compartir sus ambiciones: la moda y la lucha antirracista.
Llegó a España hace más de dos décadas procedente de Guinea Ecuatorial. “Ya en el avión, junto a mis dos hermanos, sentí las miradas de curiosidad”, recuerda. En su memoria, hay un largo y desagradable listado de microrracismos que ha ido recogiendo desde el patio del colegio hasta las entrevistas de trabajo. Un inventario que, reconoce, se sigue engrosando: “A nadie le gusta admitir que es racista, pero en situaciones cotidianas aún te encuentras con actitudes, prejuicios y pensamientos racistas en la sociedad”, explica.
“Es necesario que hagamos un análisis sincero con nosotros mismos, para ir deconstruyendo estos microrracismos que todos tenemos integrados”.
Adriana Boho nació un tres de agosto en Malabo, Guinea Ecuatorial, y se crió bajo las enseñanzas de su abuela Antonia. Tras la muerte de su madre su vida dio un giro que llevó a su familia hasta España. “Todo cambió radicalmente. Al poco de instalarnos, mi padre rehizo su vida, dejó de ayudarnos económicamente y cortó el contacto con nosotros”.
Con mucho esfuerzo Adriana logró marcarse unos objetivos esquivando las heridas (“crearme un escudo imaginario para protegerme de esos golpes físicos y psicológicos”) y decidió estudiar. Consiguió graduarse en Administración y Finanzas y, poco después, encontró un trabajo de administrativa.
A ella, su abuela, y a su madre (“allá donde estéis”) les dedica ahora su libro “Ponte en mi piel” para agradecerles “las bases que me enseñasteis, porque soy la mujer que soy gracias a vuestra lucha incansable”.
“Ponte en mi piel” (Libros Cúpula) es una guía para combatir el racismo cotidiano que ella, hoy una influencer de renombre dedicada al mundo de la moda y con fieles seguidores, ha experimentado y conoce bien. Pero no es una guía para sermonear a nadie, tiene un objetivo interactivo: el lector puede participar en sus propuestas.
Vete tu pais
“Siempre que oigo esta frase me quedo muda. Lo mismo te lo sueltan mientras te tiñes el pelo en la peluquería que cuando esperando para entrar al baño en un discoteca (…) Alucino tanto con expresiones de este tipo porque nunca he entendido por qué algunas personas se sienten superiores a otras”
Lista de microracismos
“Los he escuchado más de una vez. Algunos, sin mala intención, me consta. Me gustaría que recordases que nunca hay que decírselo a una persona negra porque son muy ofensivos: “¿si tomas el sol te pones negra?”, “¿los negros tenéis ojeras?”, “si hay poca luz y sonríes, ¿se te ven los dientes?”, “no tienes el típico nombre de negra”, “¿por qué tus labios son tan grandes?”, “si duermes en una sábana blanca, ¿se mancha?”, “tu piel no es negra, es color chocolate”, “para ser negra, eres muy guapa”, “pero, ¿por qué usas protector solar? ¡si ya eres negra!”, “como tienes la piel negra, no necesitas maquillarte”…
“Casi todos los niños de procedencia inmigrante o los que son adoptados en otros países sufren racismo, xenofobia o discriminación de forma habitual en la calle y en el colegio” (…) Una de mis salvaciones era ir a la biblioteca, que no siempre estaba abierta. Allí me sentaba en un rincón a esperar a que pasase esa interminable media hora del recreo”.
En el médico
“Da igual el centro sanitario al que acuda, siempre me hacen el mismo interrogatorio, para cualquier consulta rutinaria. Los médicos se sorprenden cuando les digo que sí, soy de África y a mi edad no tengo hijos. La siguiente pregunta que formulan es: “¿Sufriste algún aborto”?. Como no siempre estoy dispuesta a hacer didáctica, sencillamente pongo cara de ‘te lo tienes que hacer mirar’ y sutilmente cambian de tema y se centran en el motivo de mi consulta”.
Tener una pareja blanca
“Cada vez que íbamos cogidos de la mano (David, su pareja desde que ella tenía 18 años y él 24. Llevan quince juntos) notábamos las miradas raras y susurros de la gente. La historia de siempre se repetía: era incomprensible ver a una chica negra saliendo con un chico blanco. Incluso en más de una ocasión tuvimos que oír el típico comentario: “seguro que está con él por los papeles”. La realidad es que yo hacía muchos que tenía mis papeles y no necesitaba estar con nadie para obtenerlos”.
Les resultaba incomprensible ver a una chica negra saliendo con un chico blanco. En más de una ocasión tuvimos que oír el típico comentario: 'seguro que está con él por los papeles'"
“En un punto crucial de mi vida decidí dejar atrás mi tristeza, seguir luchando, ser positiva, realista y práctica, y guiarme por mi instinto y mi corazón. Esta decisión me hizo salir de mi aislamiento emocional, ver el mundo de otra manera”.
Fuente: ACSUN, bvba,lavanguardia.
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