Foto: en la imagen, madre de Nahel, encabezando la marcha con la consigna desgarradora "Justicia por Nahel". Fuente: bbc
Pese a las acusaciones de los manifestantes, la policía niega la existencia de un racismo institucionalizado.
En la jornada de ayer (jueves 29 de junio de 2023), miles de personas se concentraron para exigir justicia a las afueras de la capital francesa.
"Nahel era amigo de mi hijo. Era un chico respetuoso y simpático. Estamos dolidos, muy dolidos. Hoy le ha pasado a Nahel, pero podría pasarle a otros", afirma una de las manifestantes que acudió a la concentración del medio día en Nanterre.
"El problema es que esto solo nos pasa a nosotros: (hombres) árabes, negros".
¿ Cómo sucedioron los hechos que derivaron en la muerte de Nahel?
Nahel, de 17 años, murió a manos de la policía el martes 27 de junio de 2023 por la mañana tras darse a la fuga durante un control de tráfico.
El fiscal encargado del caso dijo que el agente no reunía las "condiciones legales para el uso de armas de fuego" y ordenó su detención.
Un joven declaró en las protestas: "Él (Nahel) representa a la ciudad de Nanterre y lo que ocurre a menudo en los suburbios. Hay muchos casos de violencia de los que nadie habla. No somos iguales. Este caso ha saltado a los titulares, pero hay muchos que murieron en el anonimato. Pero el hecho de que todos estemos hoy aquí dice algo: que ya estamos hartos".
"El problema es que esto solo nos pasa a nosotros: (hombres) árabes, negros. Es lamentable decir esto pero es la verdad. Si fuera el hijo de Eric Zemmour (comentarista de extrema derecha y ex candidato presidencial) el que estuviera al volante, nadie le habría disparado. Por eso estamos aquí para protestar. Porque queremos las mismas leyes para todos, y queremos los mismos derechos para todos", comenta otro hombre de las concentraciones.
La policia niega el racismo institucionalizado
El asesinato provocó violentos disturbios en toda Francia
Y reavivó viejas tensiones entre personas que se sienten discriminadas por su origen o el color de su piel
La policía francesa, sin embargo, rechaza la acusación de racismo institucionalizado.
Abdoulaye Kanté, escritor y policia del departamento de Cooperación Internacional del ministerio del Interior, respondió a esta cuestión a Euronews: "El policía tiene un trabajo que hacer. Evidentemente, si infringe el código deontológico, se le castiga. Ningún agente puede justificar lo inexcusable. Pase lo que pase, debemos entender que ningún policía se levanta por la mañana diciendo que va a matar a alguien... eso es obvio".
Esperanza en que las nuevas generaciones frenen la violencia
En toda Francia, las reacciones siguen llegando, pero en diferentes formas alimentando la esperanza de que la rabia se traduzca en acciones concretas, y tal vez en un cambio en la vida de las generaciones futuras.
Saphia Ait Ouarabi, miembro de la asociación SOS Racisme, la ONG antracista más grande de Europa, apuesta en la juventud para frenar esta violencia social.
"Tenemos miedo de acostumbrarnos a esto. Porque es una historia que vuelve cada año. ¿Y quién mejor que la juventud para frenar esta normalización?", confiesa Saphia.
Algunos datos biograficos del joven al cual le truncaron la vida
Nahel M, de 17 años, era hijo único criado por su madre, trabajaba como repartidor de comida y jugaba al rugby.
Su proceso educativo fue descrito como "caótico". Se matriculó en una universidad en Suresnes, no lejos de donde vivía, para formarse como electricista.
Quienes lo conocieron afirman que era muy querido en Nanterre, donde vivía con su madre, Mounia, y aparentemente nunca conoció a su padre.
Su historial de asistencia a la universidad era pobre. Pero no tenía antecedentes penales.
El día del incidente le dio un gran beso a su progenitora antes de que ella se fuera a trabajar, y le dijo: "Te amo, mamá".
Poco después de las nueve de la mañana recibió un disparo mortal en el tórax, a quemarropa, al volante de un automóvil Mercedes por darse a la fuga durante un control policial de tránsito.
El policía que lo mató fue acusado este jueves de homicidio y, a través de su abogado, pidió perdon a la familia del joven, asegurando que estaba "devastado".
“¿Qué voy a hacer ahora?”, preguntó su madre, que este jueves encabezó una multitudinaria manifestación de protesta. “Le dediqué todo”, dijo. “Solo tengo uno, no tengo 10 [hijos]. Él era mi vida, mi mejor amigo."
Su abuela habló de él como un "chico bueno y amable".
"Negarse a parar no te da licencia para matar”, dijo el líder del Partido Socialista, Olivier Faure. “Todos los niños de la República tienen derecho a la justicia”.
Nahel había jugado los últimos tres años para el club de rugby Piratas de Nanterre y había sido parte de un programa de integración para adolescentes con dificultades en la escuela, dirigido por una asociación llamada Ovale Citoyen.
El programa tenía como objetivo lograr que personas de áreas desfavorecidas participaran en programas de formación y Nahel estaba aprendiendo a ser electricista.
El presidente del Ovale Citoyen, Jeff Puech, era uno de los adultos que mejor lo conocía a nivel local. Lo había visto hace apenas unos días y se refirió a él como un "chico que usaba el rugby para salir adelante".
"Era alguien que tenía la voluntad de encajar social y profesionalmente, no un chico que traficaba con drogas o que se divertía con [actos de] delincuencia juvenil", dijo Puech a Le Parisien.
Puech elogió la "actitud ejemplar" del adolescente, muy lejos de la desagradable imagen que han proyectado del joven en las redes sociales.
Había conocido a Nahel cuando vivía con su madre en el suburbio de Vieux-Pont de Nanterre antes de que se mudaran a una vivienda en la urbanización Pablo Picasso.
Fuente: ACSUN, en
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