Los futbolistas de las competiciones profesionales de Inglaterra y Gales pidieron este lunes 22 de enero de 2024 “consecuencias reales, más coherentes y significativas” contra el racismo, después del episodio sufrido por el centrocampista del Coventry City FC este fin de semana en Championship, la Segunda División inglesa, según un comunicado de la Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA por sus siglas en inglés).
“Hemos animado a los jugadores a que, cuando sean conscientes de un abuso racial, tomen el control de la situación retrasando las reanudaciones. Una interrupción del juego, por larga que sea, obliga a reaccionar. Crea una ventana para alertar a los árbitros y ofrece la mejor oportunidad de identificar a los responsables. Sin embargo, sin acción, los protocolos son inútiles”, valoró el sindicato en redes sociales.
En palabras del presidente de la entidad, Omar Beckles, los deportistas solicitaron “consecuencias reales, coherentes y significativas” contra el racismo en los estadios de fútbol, “tanto para los individuos que son responsables como para los clubes que no logran controlar el problema”. “La realidad es que los jugadores no creen que esto esté ocurriendo”, sostuvo.
Este fin de semana Palmer vio como un aficionado, en el encuentro entre su equipo y el Sheffield Wednesday en Hillsborough, se dirigió hacia él desde la grada con un gesto racista. El partido se detuvo durante varios minutos mientras se decidía cómo reaccionar. Ambos conjuntos pidieron tras el partido “las medidas más enérgicas posibles” para castigar la actitud del seguidor.
“La responsabilidad de lo que suceda a continuación recae en las autoridades. Kasey Palmer merece ser elogiado por su comportamiento ejemplar y su respuesta mesurada en una situación extremadamente difícil”, analizó el sindicato en su comunicado de este lunes, recordando que los responsables de este incidente “fueron grabados, y deben ser identificados”, para “enfrentarse a cargos penales”.
Fuente: ACSUN, infobae
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